Así lo revelan a El Confidencial Digital fuentes bien situadas de la seguridad pública catalana: Carles Puigdemont y la cúpula de los Mossos trataron de crear una especie de “guardia pretoriana” para la protección de altos cargos de la Generalitat y figuras representativas del secesionismo en los momentos más críticos del ‘proces’, como tras la declaración de este martes en el Parlamento.
Blindar a las figuras clave del “procès”
Estos equipos debían trabajar conjuntamente con los grupos de escoltas que ya protegen al presidente catalán y a los cargos más sensibles del govern. Se trataba, según ha sabido ECD, de un operativo centrado en las siete figuras más relevantes que señala ‘EnfoCATs’, el documento incautado por la Guardia Civil al número dos de Junqueras Josep María Jové.
En esta hoja de ruta para la consecución de la independencia se marca a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Jordi Sànchez (ANC), Jordi Cuixart (Òmnium Cultural), Josep Lluís Trapero (mayor de los Mossos), Miquel Buch (presidente de la Asociación de Municipios Independentistas) y el propio Jové, a quien se encontró el documento en el registro a su domicilio.
El objetivo de esta “guardia pretoriana” pasaba por obstaculizar todo lo posible una hipotética detención de Puigdemont o cualquier otra figura clave. Pero especialmente la del president. Se trataba de evitar mediante la aplicación de un operativo de seguridad y de la intensificación de las medidas de protección y contravigilancia. En pocas palabras, la intención era blindar a los máximos responsables del proces.
Recurrir a los GEO de los Mossos
Para llevar a cabo el plan diseñado por el Govern y la cúpula policial, con el mayor Josep Lluís Trapero al frente, se pensó en recurrir a miembros de las operaciones especiales de los Mossos d’Escuadra, el Grup Especial d´Intervenció (GEI), especializado en operaciones de alto riesgo.
Esta unidad es la equivalente del Grupo Especial de Operaciones (GEO) del Cuerpo Nacional de Policía. Entre sus misiones se encuentran las detenciones de criminales peligrosos, actuaciones contra grupos terroristas o el asalto y liberación de rehenes.
Un completo arsenal de guerra
Esta unidad, considerada la élite de los Mossos d’Escuadra, dispone para sus misiones de un completo arsenal militar, que incluye subfusiles MP5 y MP7, fusiles de asalto G36 ‘corto’ –el mismo modelo que utilizan por ejemplo los ‘boinas verdes’ del Ejército-, HK417 de calibre 7,62 mm, el SCAR L y fusiles de francotirador PSG1, DSR-1 y Accuracy AW –en dotación en diversas unidades militares españoles.
Además, esta unidad tiene amplio entrenamiento en tiro de combate, en protección de VIPs y en materia de autoprotección, conducción evasiva, contravigilancia y contraseguimientos.
Según explican las fuentes a las que ha tenido acceso ECD, “en los últimos meses se ha recibido orden de que la unidad realice más ejercicios de entrenamiento relacionados con la protección de personalidades”.
Malestar y negativas en la unidad
Sin embargo, según ha sabido ECD, el plan tuvo que ser cancelado. En la unidad no fueron bien recibidas las instrucciones de la cúpula policial autonómica. Hubo una importante resistencia interna. Los treinta agentes con los que cuenta el GEI continuaron realizando entrenamientos multidisciplinares como venían haciendo durante los últimos años.
Por otra parte, aseguran las voces consultadas, la relación entre el GEI y otros cuerpos similares –tanto nacionales como autonómicos- es “muy estrecha”. Existe un clima de cordialidad y hermanamiento entre esta unidad y otras como los GEO del Cuerpo Nacional de Policía. De hecho, explican, parte de sus integrantes proceden de otros cuerpos policiales ajenos a los Mossos.
Según apuntan las fuentes consultadas, el proyectó que trató de poner en marcha el Govern con esta ‘guardia pretoriana’ “no fue bien recibido”. Se entendía como una misión de marcado carácter político. Consideraban que involucrarse en esta guardia suponía significarse políticamente, algo a lo que muchos no estaban dispuestos.
Finalmente, el Govern decidió reforzar la seguridad de Puigdemont y de otras figuras con agentes “leales” de los Mossos, que han estado operando de paisano las últimas semanas.
Origen de los GEI
Los ‘GEO’ de los Mossos nacen en la década de los ochenta como fuerza de asalto ante la cita internacional que suponían los Juegos Olímpicos de 1992. Los primeros agentes fueron formados en Alemania por instructores de los Spezialeinsatzkommando (SEK) de la policía germana. Más tarde, agentes de los GEO de la Policía Nacional colaboraron en su preparación.
Desde entonces, la unidad ha ido creciendo hasta su actual plantilla, ya estable, que ronda la treintena de agentes. En enero, Interior convocó un proceso de selección por libre designación para 24 nuevos agentes de los GEI.
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