DEL CORRESPONSAL DE EL MANIFIESTO EN BARCELONA.- Convocados a través de las Redes Sociales se fueron reuniendo espontáneamente en la tarde ayer unas 5.000 personas, la mayoría sumamente jóvenes, que se concentraron en la Plaza Artós, en Sarriá. De ahí, pasando por Vía Augusta llegamos hasta Balmes, y de ahí, ya en pleno territorio Comanche, hasta el cuartel de la Guardia Civil en Travesera de las Corts con Paseo San Juan, gritándoles “¡Esta es nuestra policía!”, “¡Queremos que vuelva, que vuelva la Guardia Civil!”. Hubierais tenido que ver las caras de sorpresa y de alegría de los guardias civiles, todos grabando con sus móviles. La gente pasaba al lado de los Mozos y les gritaba “¡Ya no sois nuestra policía, cobardes! ¡Vergüenza eterna!”.
Luego avanzamos hasta la continuación de Marina hasta General Mitre, y por allí, siempre en medio de la calzada, hasta la casa de Pujol, el 96 o el 92, nunca me acuerdo. “¡Pujol, enano, habla castellano!”, “¡Devuelve el dinero, ladrón!”, “¡El 1 de enero se acaba el secreto bancario en Andorra!”, “¡Tres por ciento, tres por ciento!”.
Y así hasta volver a la plaza Artós. Por el camino se nos iba uniendo gente, hasta llegar a los 5.000 que decía antes. La gente se asomaba a las ventanas, ondeaba sus banderas españolas o directamente las colgaba en el balcón. Había ancianos que lloraban de emoción. Cuando se pasaba ante una bandera española se gritaba “¡No estáis solos, no estáis solos!”.
A veces aparecían provocadores separatistas ondeando la estelada o tocando cacerolas. Entonces la gente les gritaba: “¡Vina a sopar!” (Vente a cenar).