Son bien conocidos los múltiples fallos cometidos por los Mozos de Escuadra en la prevención del atentado islámico del pasado 17 de agosto en Barcelona: hicieron caso omiso de las advertencias de la policía belga sobre el imán jefe de la panda; no detectaron la existencia de la célula yihadista; dejaron que una casa okupada por los islamistalas les sirviera de cuartel y laboratorio de explosivos durante largo tiempo; cuando la casa estalló afortunadamente por los aires, llevándose a los musulmanes a reunirse con las 72 huríes que esperan a todo yihadista caído en combate, los Mozos se opusieron a la Juez que consideraba que era un asunto terrorista, y lo atribuyeron a un escape de gas; pese a las advertencias de la CIA de un posible atentado en las Ramblas, el día en que éste se produjo sólo había en en el lugar (desprovisto de los bolardos recomendados por la Policía Nacional) un par de policías municipales que nada pudieron hacer.
Por todas estas razones, y en aplicación del artículo 155 de la Constitución española, el ministro del Interior acaba de destituir a Josep Lluis Trapero, Mayor de los Mozos de Escuadra. Designado para sustituirle, el nuevo Mayor, Albert Boadella, se ha dirigido a la población explicando en qué consiste el hecho diferencial catalán.