Primero desde la izquierda: don Mariano Rajoy Brey, Registrador de la Propiedad y
presidente del Gobierno del Reino provisionalmente existente de España.
La cosa sucedió hace unos años, es cierto, pero de aquellos polvos —de toda aquella dejación, de toda aquella complacencia, de toda aquella sumisión— es de donde proceden precisamente los actuales lodos.
Aseguramos en cualquier caso que no es un truco fotográfico. En 1996 el PP había ganado las elecciones y realizaba el tristemente famoso “Pacto del Majestic”. El PP y el separatismo de CiU se abrazaban cariñosamente. Con ese pacto, nunca el secesionismo consiguió tanto dinero y transferencias; y, por poner un ejemplo, nunca entró tanto dinero en el Palau de la Música a modo de subvenciones directas de la presidencia del Gobierno de España.
Para celebrar tal romance, el por entonces ministro de Administraciones Territoriales, Mariano Rajoy, fue invitado a la XV Escuela de Verano de las Juventudes de Convergencia. Ocurrió en Planoles (El Ripollès). El actual presidente del gobierno español participó en un debate presidido por el lema “Cataluña soberana”, mientras una gran estelada lucía a sus espaldas.
Según testigos, el ahora presidente Rajoy, apenas aportó nada en el debate sobre el independentismo y el nacionalismo.
¡Cosas veredes, amigo Sancho!
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