El encuentro había comenzado con un saludo cordial. Lo que no esperaban los dos militares que se acercaron a saludar a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, era que ésta les fuera a despachar con cajas destempladas: "Ya sabes que nosotros preferimos como ayuntamiento que no haya presencia militar en el Salón", les espetó Colau.
La alcaldesa no ocultó su malestar por la presencia de los militares en el Salón de la Enseñanza, que se celebra en Barcelona, y les dijo claramente que no deseaba que estuvieran en el certamen "por lo de separar espacios".
Colau manifestó su incomodidad por la presencia del Ejército en un espacio educativo, algo habitual hasta ahora porque las Fuerzas Armadas pueden ser una salida laboral y formativa para los estudiantes.
El encuentro entre Colau y los dos militares se produjo delante de una nube de periodistas y reporteros gráficos que siguiron a la alcaldesa durante todo su trayecto por el Salón de la Enseñanza en su jornada inaugural.
La breve conversación, que se produjo en tono cordial y no duró más que unos segundos, llevó a los dos militares a contestar que respetaban las palabras de Colau.
En el Salón de la Enseñanza, el Ejército tiene un stand en el que informa a los jóvenes de las posibilidades y de las ofertas formativas que existen después de la ESO o del Bachillerato.
A estos comentarios de la alcaldesa de Barcelona se le ha sumado una protesta por parte de la campaña "Desmilitaricemos la Educación", en la que unos activistas escenificaron las muertes de personas con libros en las manos y rodeados de flores con personas tumbadas en el suelo.
La protesta, según los organizadores, tuvo como objetivo "hacer explícita la contradicción entre los valores humanísticos y educativos que tiene que promover la educación y los valores que promueve el Ejército".
Los responsables del stand militar mostraron su respeto hacia la libertad de expresión, pero defendieron su función formativa y de orientación en el Salón.
