El lema de las concentraciones ha sido una vez más “Rendición: en mi nombre, no”, acompañado de una exigencia: “De Juana, a la cárcel”. El terrorista De Juana Chaos fue excarcelado por el Gobierno Zapatero en atención, oficialmente, a los daños que se infligió a sí mismo tras una huelga de hambre y que aconsejaban su traslado a un centro clínico. El traslado se realizó a un hospital del País Vasco donde, según se ha sabido después, el etarra está siendo atendido por médicos próximos a Batasuna. Desde su ingreso en el centro clínico, De Juana ha salido a pasear por la calle al menos en dos ocasiones, escoltado por agentes de la policía autónoma vasca que se encargan también de ciertas tareas de servicio para el terrorista. Si la vida de De Juana corrió peligro alguna vez por su huelga de hambre, es obvio que ahora ya no es tal el caso. Pese a ello, De Juana no ha vuelto a la cárcel ni el Gobierno tiene la intención de ordenar su reingreso. Nadie duda de que se trata de un “gesto” del Gobierno Zapatero en su proceso de negociación con ETA.
En el manifiesto leído simultáneamente en cuarenta y una ciudades, la Asociación de Víctimas del Terrorismo ha exigido al Gobierno que a De Juana se le aplique estrictamente la ley: “Hoy no podemos pedir que nos devuelvan a esos 25 compatriotas asesinados por De Juana y sus secuaces. Ni podemos pedir que se borren las secuelas físicas y psicológicas de los heridos. Les recordamos, como a todas y cada una de las víctimas del terrorismo, y seguimos pidiendo para todas ellas Memoria Dignidad y Justicia. Lo que sí exigimos al Gobierno –prosigue la declaración de las víctimas- es que De Juana vuelva a una celda, cumpla íntegramente la condena de tres años que le ha impuesto el Tribunal Supremo, y recupere así la situación penitenciaria que realmente le corresponde. Lo que sí exigimos al Gobierno es que este asesino pague los ocho millones de euros que el Estado, es decir, los españoles, hemos tenido que adelantar para hacer frente a las indemnizaciones a las que fue condenado”.
Las concentraciones de este domingo han sido convocadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo y promovidas, además, por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES), el Foro de Ermua y Peones Negros. El movimiento cívico ha organizado ya muchas y muy diversas manifestaciones ciudadanas contra la política negociadora de Zapatero. En esta ocasión también ha contado con el apoyo del Partido Popular, algunos de cuyos líderes se han sumado a las concentraciones: entre otros, Rajoy ha estado en Murcia y Esperanza Aguirre y Ruiz Gallardón, en Madrid. El movimiento cívico ha anunciado otras movilizaciones que se harán públicas la semana que viene.
Como en anteriores ocasiones, el Gobierno Zapatero y sus aliados han recibido muy mal estas concentraciones. En Barcelona, Cáceres y Murcia, entre otras ciudades, ha habido importantes roces con las autoridades locales, socialistas en todos los casos, que pretendían obstaculizar por vía administrativa el derecho de manifestación. En el mismo sentido, los medios de comunicación próximos al Gobierno –mayoritarios- han tratado de deslegitimar las concentraciones por coincidir con el arranque de la campaña electoral.