Lo dice el general Pellegrini, ex jefe de la FINUL

Los asesinos de seis soldados españoles en Líbano fueron salafistas

Los terroristas que asesinaron a seis soldados españoles en el Líbano fueron salafistas, según el ex jefe de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en ese país, el general francés Alain Pellegrini. El salafismo empezó siendo –hace más de un siglo- una vía reformista y ha terminado convirtiéndose en una forma de yihad particularmente activa en todos los escenarios de conflicto: una de las grandes amenazas terroristas. Pocos días después del atentado, Pellegrini hablaba para Nidal Hadame en las páginas de Al-Intikad. Una entrevista fundamental para saber qué está pasando en Oriente Próximo.

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NIDAL HADAME (Al-Intikad)

Alain Pellegrini fue director de la división África y Medio-Oriente de la dirección de Información Militar en París. Después fue nombrado consejero del jefe del Estado Mayor de la armada francesa. Desde enero del 2004 hasta el mismo mes tres años más tarde fue comandante de la Fuerza Interina de la Naciones Unidas en el Líbano (FINUL).

¿Cómo ve usted el futuro del Líbano? 

No soy optimista respecto a la situación de Medio Oriente en general, ni del Líbano en particular. No hay avances en la situación. Al contrario, la testarudez es la nota dominante en la vida política local.

Un año después del fin de la guerra en el sur del Líbano, ¿cómo evalúa usted el trabajo realizado por las fuerzas de la Finul? 

Las fuerzas de la Finul han realizado su misión con éxito, esto es, cuidar de la seguridad, la estabilidad y el alto el fuego en la frontera líbano-israelí. Hemos conseguido preservar la soberanía del Líbano gracias a la colaboración de la Finul con el ejército libanés, que ha podido desplegarse de nuevo por la región, después de una larga ausencia.

Sin embargo, las violaciones israelíes de la zona aérea libanesa no han hecho reaccionar a la Finul. 

La Finul no puede acabar con las violaciones aéreas israelíes porque no tiene armas anti aéreas equivalentes a las que tiene el ejército israelí. El armamento de la Finul no es suficientemente poderoso como para alcanzar a los aviones israelíes a una gran altitud. Los mejores misiles del ejército francés, los modestos Mistral, no alcanzan los mil quinientos metros.

¿Por eso la historia de los misiles franceses lanzados contra los aviones israelíes no es creíble? 

Esa historia es verdad. Este incidente tuvo lugar mientras los aviones israelíes sobrevolaron, a baja altitud, la zona donde estaban instaladas las fuerzas armadas francesas. Éstas lanzaron los misiles porque se sentían amenazadas. El objetivo no era detener las violaciones aéreas del territorio libanés ya que, como he dicho, no es posible. La Finul se encarga y vigila para que no se realicen violaciones terrestres de la Línea Azul[1] y siempre hemos dado la orden de hacer frente a las violaciones terrestres israelíes.

¿Cree usted que se realizará una nueva ofensiva israelí contra el Líbano? 

No lo creo. Por lo menos no a corto plazo, ya que la presencia de las fuerzas de la Finul complican que se desencadene una nueva guerra. Además, el ejército israelí ha sufrido un gran desgaste después de la guerra del julio pasado.

En su opinión, ¿quién ha perdido la guerra de julio del 2006? 

No lo sé, pero esta guerra ha causado estragos considerables al Líbano. En Israel ha provocado una crisis en el seno del ejército. Una crisis que, seguramente, no será resuelta a corto plazo.

¿Dice usted que Israel ha perdido la guerra? 

No digo eso. Pero Israel no tenía un objetivo político determinado en esa guerra. Su objetivo militar
tampoco estaba claro.

Una operación contra la Finul ha costado la vida a seis soldados españoles. ¿Le ha sorprendido? Según usted, ¿quién planificó esta operación? 

El ataque fue perpetrado por extremistas salafistas a los que teníamos vigilados. Sabíamos que preparaban algo contra nosotros. Se movían colectivamente en sus coches, aunque sin armas. Pudimos señalar la amenaza que suponían y advertimos al gobierno libanés, que procedió a la detención de algunos de ellos. 

¿Son libaneses?
 
Algunos sí. Otros son extranjeros. 

¿Cree usted que se realizarán otras operaciones contra las fuerzas de la Finul?

Sí, la verdad es que ese tipo de operación es probable. No podemos impedirlas. La situación, en cuanto a la seguridad se refiere, no es fácil de controlar. 

¿Le ha sorprendido lo ocurrido en el campo Nahr el-Bared?

Habíamos previsto este tipo de incidentes desde hace tiempo. También habíamos advertido al gobierno libanés en noviembre pasado sobre la presencia de extremistas salafistas en el campo de Nahr el-Bared. Se lo señalé personalmente al gobierno de Beirut antes de marcharme. Advertí de la presencia de algunos grupos que amenazaban la estabilidad del país. Ellos dijeron que se habían tomado el problema en serio. 

En su opinión, ¿quién está detrás de Fatah al-Islam?[2]

No se necesita pensar mucho para saberlo: los extremistas sunitas activos en la región que controla una conocida facción. 

Sea más preciso.

Aquellos que financian el Jound el-Cham en Saida son los mismos que están detrás de Fatah al-Islam en el campo de Nahr el-Bared. 

¿Los Hariri?
 
(Gran sonrisa)

¿Qué piensa usted de la política del presidente Sarkozy respecto al Líbano? 

Se está implantando una nueva política, los antiguos métodos ya no están en curso. Los nuevos actores políticos en el Líbano deben admitir la actual política francesa. Francia debe ser más firme con los libaneses y, sobre todo, con sus propios aliados. Debe pedirles que mantengan sus compromisos porque el último período no se ha caracterizado por esto precisamente. Algunos países se deben de creer que no tienen que rendir cuentas.

¿Qué interés ve usted en negociar con Siria? 

Usted sabe que hace falta negociar con todos los actores de la región. Es parte de la cultura política de la gente de esta zona. Siria tiene influencia, lo que implica que hace falta negociar con Damasco. Esto no quiere decir que haga falta arrodillarse ante Siria. El diálogo podrá ser útil para convencer a los sirios de que deben colaborar en lugar de mantenerse en su posición, bastante delicada. El diálogo es el realismo político.

¿Es posible que se amplíe la misión de la Finul que consiste en controlar la frontera sirio-libanesa?

No tenemos ningún interés en que la Finul tome parte en los conflictos internos libaneses. Pero siempre es posible discutir a propósito de una posible presencia de las fuerzas de la Finul en las fronteras con Siria. 

¿Qué piensa usted de la misión de la ONU en el conflicto por el asesinato del presidente Rafic Hariri? [3]

El hecho de haber encargado a Detliv Mehlis realizar el estudio fue un gran error. Hubiera hecho falta encargárselo a alguien que conociera bien la situación del Líbano y de los conflictos políticos libaneses. O, por lo menos, haber hecho caso a los consejeros experimentados que conocen bien la situación libanesa y sus manipulaciones políticas. Así, el consejero podría haber mostrado al investigador cómo comportarse con las personalidades con las que iba a tratar. 

Mehlis estaba influido por un conocido grupo libanés. Fue víctima de las manipulaciones de los miembros del grupo ya mencionado y de las presiones estadounidenses. En cuanto a Serge Bremmertz, es una persona experimentada que trabaja alejado de todo tipo de presiones, políticas o no.

¿Qué piensa usted de que se haya prolongado la detención de los cuatro oficiales superiores a petición de M. Mehlis? [4]

Más que por esto, me pregunto por las razones de su detención. Conozco al Coronel Jamil el-Sayed desde hace tiempo, desde que fui agregado militar en la embajada de Francia. Le confirmo, con toda objetividad, que Jamil es un hombre honesto y justo. Es una persona de palabra que nunca me ha sorprendido para mal y que siempre ha mantenido su palabra y sus promesas. Es posible salir de esta situación ilegal concediendo a los detenidos la libertad condicional. Tendrían que pasar dos o tres veces por semana por un centro gubernamental determinado para confirmar su presencia en el país. Es algo corriente en Europa.

¿Por qué no los han liberado? 

Porque el Consejo de Seguridad de la ONU, por presiones estadounidenses, no ha querido concederles la libertad.

Se dice que usted se ha acercado más a la posición libanesa que su sucesor en la Finul, el general Claudio Graziano. 

Creo que el general Graziano depende del poder político en Italia y su forma de pensar y actuar no es conforme a la naturaleza de la misión de la Finul. Italia tiene intereses vitales en el Líbano. Es el socio principal de este país, por delante de Francia, que ocupa la segunda posición. Esto explica el nombramiento de Graziano.

¿Cree usted que ha hecho amistades en el medio político libanés? 

Para empezar, tengo lazos familiares con el Líbano: la mujer de mi tío es libanesa. En cuanto a mis relaciones con personas destacadas del Líbano, son muy antiguas. Comenzaron cuando yo era agregado militar en la Embajada de Francia en Beirut. Era el responsable de una fuerza que ha salvado a varios responsables libaneses durante la guerra civil, como el general Michel Aoun y Nabih Berri.

¿Piensa usted publicar un libro contando su experiencia en el Líbano? 

Sí, pero no de forma inmediata, ya que alguna información que quiero revelar puede ser perjudicial para algunas personas del Líbano todavía en activo.

 


1. La Línea Azul es la frontera provisional trazada por la ONU entre Israel y el Líbano.

2.  Consultar “El dossier de los mercenarios de Fatah al-Islam está cerrado” por Thierry Meyssan, revista Voltaire, 23 de junio de 2007. 

3. Consultar “La comisión Mehlis desacreditada” por Talaat Ramih y “Atentado contra Rafic Hariri: Una investigación desviada”, entrevista de Jürgen Cain Kulbel con Silvia Cattori, Voltaire, 9 de diciembre del 2005 y 15 de septiembre del 2006.

4. Acusados de complot en el conflicto Hariri, Moustapha Hamdane, comandante de la Guardia presidencial, Jamil el-Sayed, antiguo comandante de la Seguridad general, Ali al-Haj, ex director de las fuerzas de Seguridad del Interior y Raymond Azar, comandante de los Servicios de Información militar, fueron encarcelados el uno de septiembre del 2005 mientras que los elementos retenidos contra ellos fueron abandonados.

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