Tintín en la Unión Soviética: lo que un comic descubrió hace 80 años
PATRICIA LAMSA
12 de enero de 2009
Fue una de las primeras aventuras del reportero Tintín. Hergé publicó unas tiras cómicas donde se estrenaba el personaje de un reportero inquiero y noble, acompañado de un perro fiel y astuto. Sorprende que hace 80 años un dibujante descubriera lo que muchos negaron hasta hace poco.
En estos días se conmemoran 80 años de ese suplemento infantil llamado “Le Petit Vingtième” donde saldría por primera vez una tira cómica de un héroe universal: Tintín. Este suplemento se distribuiría en el periódico conservador “Le XXème siecle”.
El 10 de enero de 1929 fue el pistoletazo de salida del héroe belga: la primera aventura de Tintín le llevó a la Unión Soviética.
Al principio, Hergé dibujó para la revista varios personajes a los que les faltaba garra. Por fin, cayó en sus manos un libro escrito por el embajador de Bélgica en Moscú, Joseph Douilet, donde se revelaban las atrocidades del régimen soviético. “Moscú sin velos” narraba sobre todo los terribles años de la Revolución de Octubre, la toma del palacio de Invierno, la policía de Trotski, las matanzas de rusos blancos (monárquicos), el asesinato de la familia real…
La aventura de Tintín comienza cuando estalla una bomba en el tren que le lleva a Moscú. La policía le acusa sin tener pruebas (un trámite muy normal en la época) y le encierran en la cárcel. Escapa con su perro Milú y es entonces cuando de veras conoce al país de los soviets. Obligan a la gente a votar a punta de pistola al Partido Comunista; los jóvenes que se declaren comunistas, tienen el alimento asegurado; los demás mueren de hambre; las fábricas son de cartón piedra; la Unión Soviética es un estado policíaco y represivo donde se violan todos los derechos que puede tener una persona.
Hoy día, algunas de esas piezas sueltas de Tintín en los soviets pueden alcanzar precios de 24.000 euros.
En España, este álbum lo edita la Editorial Juventud y está entre los suplementos de Tintín que no dejan de reeditarse debido a su popularidad y a ser el primero de la serie. Hergé, que murió en 1983, trató de transmitir al personaje los valores de nobleza, heroísmo y palabra de honor que había aprendido en los scouts en Bélgica.
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