Movida en el Tíbet: lo que dice el Dalai Lama
Luchar por el Tibet sin violencia y sin boicot a los Juegos Olímpicos
elmanifiesto.com
18 de abril de 2008
Mientras el recorrido de la antorcha olímpica hacia Pekín se ha convertido en una carrera de obstáculos –y no atléticos, sino políticos-, el Dalai Lama ha hecho pública una declaración en la que aboga por no boicotear los Juegos Olímpicos, pide una respuesta no violenta a la represión china y reclama una solución para el Tíbet con el reconocimiento de una amplia autonomía. Esto es lo que dice el Dalai Lama.
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En esa declaración, que lleva fecha del 6 de abril, el Dalai Lama dice: “Las protestas recientes en el conjunto del Tibet contradicen la propaganda de la República Popular China, según la cual, a excepción de un puñado de ‘reaccionarios’, la mayoría de los tibetanos goza de una existencia próspera y satisfactoria”. Y añade la cabeza del budismo mundial: “Las protestas han hecho saber al mundo entero que el problema del Tibet no puede seguir siendo ignorado”.
El Dalai Lama se felicita de que la comunidad internacional haya reconocido y respaldado las protestas de los tibetanos, así como de que numerosos líderes políticos “hayan dirigido a las autoridades chinas mensajes fuertes y claros para que cese la brutal represión que ejercen contra el pueblo del Tíbet”. De paso, rechaza las acusaciones chinas de que haya sido él quien ha “provocado y orquestado estos recientes acontecimientos”. El Dalai Lama propone que un organismo internacional independiente investigue la cuestión.
Esta declaración se expresa en términos firmes, pero su objetivo es lograr un acuerdo con China. “Debemos crear las condiciones que permitan que nuestros esfuerzos desemboquen en resultados positivos”, dice. Y añade: “En lo que concierne al porvenir del Tíbet –escribe– estoy decidido a buscar una solución dentro del marco de la República Popular China.”
Desde 1974, el Dalai Lama defiende lo que llama “la vía de en medio”, es decir, “que los tibetanos sean gobernados por una administración que goce de una auténtica autonomía regional nacional con todas las atribuciones, a saber, autogobierno y plena capacidad de decisión, salvo en lo que concierne a las relaciones exteriores y a la defensa nacional.”
En lo que concierne a los Juegos Olímpicos, el líder tibetano aclara que “desde el principio, he aprobado la organización de estos Juegos por Pekín. Mi postura sobre esta cuestión no ha cambiado. Pienso que los tibetanos no deberían crear ningún obstáculo para el desarrollo de los Juegos. Es legítimo que los tibetanos luchen por sus derechos y libertades, pero, por otra parte, sería vano e inútil hacer algo que suscitase odio en el espíritu de los chinos”.
El Dalai Lama subraya que “nuestro combate se dirige contra algunos individuos en el seno del gobierno chino, y no contra el pueblo chino. Así, debemos esforzarnos por no suscitar nunca malentendidos ni hacer nada que pueda herir al pueblo chino”. A los tibetanos que viven en el extranjero les pide que “estén muy atentos a la manera en que expresan sus sentimientos sobre los sucesos del Tibet. No debemos emprender ninguna acción que, de cerca o de lejos, pueda ser interpretada como una acción violenta”. Y concluye: “Estoy convencido de que triunfaremos siguiendo la vía de la no-violencia”.
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