El eje de la polémica ha sido el ex ministro de Exteriores y figura clave de la oposición al comunismo Bronislaw Geremek, hoy eurodiputado, que se ha negado a aceptar esa ley y se ha mostrado dispuesto a perder su acta en el parlamento europeo. Geremeck ha sido apoyado, entre otros, por Lech Walesa, el histórico líder de Solidaridad y ex presidente del país, y también por Tadeusz Mazowecky.
La ley de des-comunistización obligará a los cargos públicos a declarar si han colaborado o no con los antiguos servicios secretos comunistas. Quien se niegue, podrá verse sometido a diversas sanciones. Esta ley aún debe ser sancionada por la Corte constitucional polaca. Será entre el 9 y el 11 de mayo. Para Geremeck, la ley es una “violación de derechos cívicos”.
Geremeck ha recibido numerosos apoyos de todo el mundo, incluido el propio parlamento europeo. Sin embargo, la presidencia alemana de la UE ha rehusado pronunciarse al respecto, dado que se trata de la legislación interior de un país. El Gobierno polaco pretende con esta medida depurar de la vida pública los últimos restos de la dominación soviética.