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Una película y una conversión: ¿Europa empieza a resistir al Islam?

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DANIEL PIPES/JERUSALEM POST
 
Algunos analistas del fenómeno islamista en Europa Occidental nos dicen que ésta se dirige inexorablemente hacia un futuro que llaman Eurabia, el término acuñado por la periodista Giselle Littman en el libro del mismo nombre. Littman, judía británica de origen egipcio, escribió el libro bajo el pseudónimo de Bat Ye’or [1] y fue publicado en febrero de 2005.
 
Eurabia desarrolla la teoría de que los gobiernos europeos, especialmente el francés[2], llevan a cabo una política exterior favorable fundamentalmente a los regímenes árabes, y están reforzando a las crecientes minorías islámicas por toda Europa, convirtiendo Europa en Eurabia: una extensión de la visión anti-occidental, anticristiana, antisemita y antiamericana. Y que la inercia de estas tendencias de la segunda mitad del siglo XX continuará hasta que los musulmanes sean mayoría y la Sharia, la ley islámica, se imponga.
 
No estoy de acuerdo, y afirmo que existe otra vía que el continente puede tomar, y ésta es la vía de la resistencia a la islamización y la reafirmación de sus valores tradicionales. Los europeos autóctonos, que representan el 95 por ciento de la población, pueden reafirmar sus costumbres y tradiciones históricas. Si actúan de este modo, nada podrá detenerlos.
 
De hecho, los europeos están mostrando signos claros de impaciencia de cara a las demandas de la Sharia. En Francia, la ley que prohibe el hidjab [3]en la escuela pública es un signo de reticencia a aceptar la moda islámica, como los esfuerzos por prohibir el burka o los límites a la construcción de más mezquitas y minaretes. A través de toda Europa Occidental, los partidos anti-inmigración van ganando popularidad. Esta resistencia ha tomado una nueva impronta, hace un pocos días, con dos eventos espectaculares.   
 
En primer lugar, el pasado 22 de marzo, el Papa Benedicto XVI, bautizó, confirmó y dio la Primera Comunión a Magdi Allam, un hombre de 56 años, nacido musulmán y de origen egipcio, que vive en Italia donde es un autor conocido y desempeña la labor de redactor jefe del Corriere della sera. Allam ha tomado como segundo nombre el de Cristiano. La ceremonia de conversión a la religión católica no pudo tener más publicidad, tuvo lugar en el servicio nocturno de la Basílica de San Pedro, durante la ceremonia solemne de la Vigilia Pascual, siendo cubierta por numerosos canales de televisión.
 
A continuación de su conversión, Allam hizo una declaración incendiaria en la cual afirmaba que “más allá del fenómeno del extremismo islámico y del terrorismo que ha aparecido a nivel mundial, la raíz del mal es inherente a un Islam que es fisiológicamente violento e históricamente conflictivo.”
 
En otros términos, el problema no es sólo el islamismo integrista, sino el mismo Islam. Un comentarista con el pseudónimo de Spengler, en el periódico Asia Times, llega incluso a decir que Allam “representa una amenaza existencial al modo de vida musulmán”, porque él “está de acuerdo con sus ex correligionarios en rechazar la cultura degradada del Occidente moderno, pero le ofrece otra alternativa diferente: una religión fundamentada en el amor”.
 
Y después, el pasado 27 de marzo, Geert Wilders, de 44 años, saca a la luz su esperado video de 15 minutos, Fitna, que muestra ciertos versículos del Corán, seguidos por hechos relacionados con los versos, y protagonizados por islamistas en los últimos años. La conclusión es evidente: los islamistas actuaban simplemente de acuerdo con sus textos. Del mismo modo que Allam, y con sus mismas palabras, Wilders afirma que “la raíz del mal es inherente al Islam”.
 
Contrariamente a Allam y Wilders, yo creo que se debe hacer una distinción entre el Islam y el islamismo. Pero creo que es esencial que sus ideas sean escuchadas, sin vituperaciones ni sanciones. Debe tener lugar un debate honesto sobre el Islam.
 
La conversión de Allam fue una sorpresa, y el video de Wilders venía siendo anunciado tres meses antes de salir. En ninguno de los dos casos han provocado reacciones violentas dignas de mención.
 
Según el periódico Los Angeles Times, la policía holandesa ha contactado con los imanes de las mezquitas para evaluar las reacciones dentro de las comunidades musulmanas. El portavoz de la policía, Arnold Aben, ha dicho que “la situación está más calmada de lo normal en estos casos”. En Pakistán, una manifestación contra el video de Wilders no consiguió reunir a más de unas decenas de manifestantes.
 
Esta reacción relativamente limitada subraya el hecho de que las amenazas musulmanas son suficientes para provocar la autocensura europea. El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, ha denunciado Fitna, ydespués de tener 3,6 millones de visitas, el sitio británico LiveLeak.com, donde estaba colgado el video, anunció que “debido a las amenazas de extrema gravedad, dirigidas a nuestro personal… LiveLeak no tiene otra opción que retirar Fitna de su servidor”.[4]
 
Hay que subrayar tres puntos de similitud: los dos, tanto Allam (autor de un libro titulado Viva Israel) como Wilders (que en el video hace énfasis sobre la violencia musulmana hacia los judíos), se levantan para defender a Israel y a los judíos; las amenazas de los musulmanes contra los valores y estilo de vida judíos, les han forzado a vivir durante años en un estado policial; y más profundamente, los dos comparten su pasión por la civilización europea.
 
En efecto, Allam y Wilders pueden representar la vanguardia de una reafirmación cristiana y liberal de los valores europeos. Es demasiado pronto para sacar conclusiones, pero estos valientes y leales individuos podrían haber puesto en marcha el motor de la preservación de la identidad histórica del continente.


[1]Hija del Nilo en hebreo. N.d.t.
[2]Anterior al fenómeno Sarkozy, suponemos. N.d.t.
[3]El velo islámico que cubre parcialmente la cabeza dejando ver sólo el rostro. N.d.t.
[4]Dos días más tarde, LiveLeak volvió a colgar el video. A fecha del domingo 6 de abril de 2008, encontramos que se halla retirado, según la compañía: por motivos de derechos de autor que atañen a Wilders. N.d.t.

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