EMC (Agencias). El aumento de fieles católicos en Gran Bretaña se debe principalmente a la afluencia de inmigrantes, en particular de origen polaco. Son ellos quienes llenan las iglesias “de ocho de la mañana a ocho de la tarde”, cosa hasta ahora insólita en el Reino Unido. Simultáneamente, el crédito del culto anglicano se deshace por la pérdida de su práctica entre los fieles de la religión oficial británica, tanto en Inglaterra como en Escocia, Gales e incluso Irlanda del Norte.
A ello han contribuido de manera muy relevante no sólo la secularización de la sociedad, sino también los gestos de aire “progresista” como la ordenación de sacerdotes homosexuales en diversas sedes anglicanas. Una reciente asamblea de treinta y dos arzobispos anglicanos, reunida en Tanzania, se saldó con un fuerte debate sobre este punto; tan fuerte que ni siquiera fue posible emitir un comunicado tras la primera reunión y los prelados se vieron obligados a suspender las ruedas de prensa previstas.
En este contexto, la Comisión Internacional Anglicana y Católica Romana por la Unidad y la Misión, que reúne a distinguidas personalidades de ambas iglesias, ha elaborado un documento -de 42 páginas, precisa The Times- para “explorar cómo se podrían reunificar bajo el Papa”. Según el diario londinense, el objetivo de la Comisión es “reunir a los anglicanos con la Iglesia Católica Romana bajo el liderazgo del Papa”, propuesta que habría sido “acordada por destacados obispos de ambas iglesias”.
Los dos presidentes de la mencionada Comisión –uno anglicano y otro católico- matizaban días después la información de The Times y aseguraban que “desgraciadamente, los rumores en torno a ciertos planes para reunificar las dos comuniones han sido exagerados”. En todo caso, la Comisión continúa con su trabajo. A lo largo de este año 2007 se esperan novedades que, según The Times, serán de gran importancia.