Vaya en primer lugar mi agradecimiento, como director de El Manifiesto, a todos los lectores y amigos que, en número tan abundante, me habéis expresado vuestra inquietud y vuestro apoyo al haber tenido que cerrar por razones de salud la publicación del periódico durante unos breves días.
No se trataba de ninguna enfermedad grave, pero sí incapacitante: dificultades de visión derivadas de una operación ocular. Superados, aunque todavía no vencidos los elementos más incapacitantes, se reanuda hoy la programación habitual de nuestro periódico.
Comentarios