Auschwitz fue un campo de concentración alemán donde murieron decenas de miles de personas en condiciones abominables (según el Tribunal de Nuremberg, un millón de judíos en Auschwitz II). Hiroshima fue la primera ciudad víctima de una bomba atómica: la lanzada por los norteamericanos el 6 de agosto de 1945, con un número de muertos cuya cifra mínima se sitúa en 200.000 personas. Volgogrado (Stalingrado) fue el escenario de una terrible batalla que costó más de dos millones de víctimas entre combatientes y población civil. La ciudad alemana de Pforzheim, como las de Hamburgo o Dresde, fue enteramente destruida por la aviación angloamericana en 1944, con una cifra mínima de muertos que se evalúa entre 15.000 y 20.000 sólo en la pequeña Pforzheim. En cuanto a Varsovia, capital de Polonia, el 84% de la ciudad quedó completamente destruida durante a segunda guerra mundial, arrasada por los alemanes primero y por los rusos después, con una cifra de víctimas mortales que asciende a 650.000 personas.
Bandera de un batallón nacionalista vasco en la Guerra Civil. (1936)
En el bombardeo de Guernica murieron 126 personas según las investigaciones más rigurosas, que son las de Salas Larrazábal. La propaganda de posguerra eleva la cifra a 1.600 víctimas, pero nadie ha podido demostrar nunca de manera fehaciente la exactitud de esta evaluación.
Controversia sobre Guernica
La historia “oficial”, es decir, la reconstruida por los perdedores de la guerra civil, dice lo siguiente. Guernica, ciudad símbolo de las libertades forales vascas, carecía de importancia estratégica en 1937. Pese a ello, la aviación alemana de
Por el contrario, la investigación crítica ha asentado hechos comprobados que permiten reconstruir las cosas de otra manera. Reproducimos aquí la síntesis de Pío Moa:
1.- El bombardeo no fue obra sólo de
2.- Nada prueba que Franco lo ordenase o siquiera lo autorizase. Según los documentos disponibles, Franco había ordenado que “cuando se bombardeen objetivos militares en las poblaciones o próximos a ellas, se cuidará la precisión del tiro con objeto de evitar víctimas en la población no combatiente”. La prohibición de atacar poblaciones civiles fue expresamente reiterada después del bombardeo de Guernica.
3.- Las investigaciones más minuciosas y sin la carga de propaganda habitual, llevadas a cabo por Vicente Talón, César Vidal y, especialmente, Jesús Salas Larrazábal, demuestran que el bombardeo fue ordenado por el jefe alemán Von Richthofen, en el marco de un intento de embolsar a importantes fuerzas enemigas, intento inútil porque Mola había ordenado el avance en otra dirección; que el número de muertos ascendió a un máximo de 126, y no a los 800, 1.600 y hasta 3.000 que la propaganda del PNV y otros ha venido sosteniendo; que tras el bombardeo quedó en llamas un 18% de la villa, la cual terminó ardiendo en un 70% en las horas siguientes, sea porque a los bomberos y autoridades les resultó imposible controlar el fuego, sea por negligencia, de la que fueron acusados por diversos testigos, o por otras razones.
El lugar del nacionalismo vasco
En la estela de la conmemoración, el Partido Nacionalista Vasco ha exigido al Gobierno de España que “pida perdón a los vascos” por este “crimen cometido en nombre de España”, así como una nueva condena de la “dictadura franquista”. La ruidosa exigencia, quizá por intempestiva, ha servido para recuperar el debate sobre el lugar que ocupó el PNV durante la guerra civil, asunto que sigue sometido a fuertes discusiones. Los puntos en litigio son los siguientes:
Bandera de un club deportivo vasco. (1930)
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La línea del PNV durante la guerra no fue homogénea. En Vizcaya y Guipúzcoa, por nacionalista, pactó con socialistas y comunistas (el Frente Popular), pero en Álava y Navarra, por católico, estuvo junto al alzamiento militar.
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La única respuesta del gobierno vasco al bombardeo de Guernica consistió, sólo dos semanas después, en intensificar los tratos con los fascistas italianos (también participantes en el bombardeo, así como autores del de Durango) para pactar una rendición por separado, traicionando a sus aliados del Frente Popular.
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Al caer Bilbao, tropas del PNV, a veces bajo mando franquista, impidieron a sus aliados del Frente Popular quemar la ciudad y destruir las industrias, que pasaron íntegras a poder de Franco.
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Una vez perdida Bilbao, el PNV saboteó todos los intentos de sus antiguos aliados izquierdistas por contraatacar para recuperar Vizcaya.
Entre otras muchas cosas del mayor interés.
Ambas imágenes han sido obtenidas en http://www.ctv.es/USERS/jolle/news15c.htm.