Quien le haga daño a esto, irá al infierno

La Sagrada Familia, en peligro

Que a Zapatero le salga mejor o peor lo del AVE de Barcelona es lo de menos, y tampoco importa mucho que no pueda inaugurar vías antes de las elecciones. Lo más importante es esto otro: el trazado del AVE en Barcelona pone en peligro nada menos que la Sagrada Familia, la extraordinaria obra de Antonio Gaudí, que no es sólo un símbolo de Barcelona –que lo es-, sino de España entera. Son muchas las voces que vienen advirtiendo sobre los riesgos que corre el templo con el actual trazado del AVE. Pese a ello, el Gobierno Zapatero, el gobierno catalán y el Ayuntamiento de Barcelona parecen empecinados en que el tren pase bajo este monumento. Huele a catástrofe.

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La decisión de que el túnel del AVE pase junto al templo se dio a conocer en 2006, después de que el arquitecto jefe de las obras, Jordi Bonet, reclamara que el AVE se alejara de la Sagrada Familia. El Consorcio de Alta Velocidad de Barcelona, por indicación expresa del Ayuntamiento de la Ciudad Condal y de la Generalitat, descartó un posible desvío del túnel por la calle Valencia para esquivar la basílica de Antoni Gaudí, y se decidió por un trazado que “permite evitar todo tipo de riesgos respecto a las viviendas”.
 
El trazado del túnel provocó la oposición de numerosos vecinos que crearon una plataforma ciudadana para reclamar que el tren de alta velocidad circulara por el litoral.
 
El arquitecto japonés Toyo Ito, autor del proyecto de ampliación de la Fira-2 en L’Hospitalet, ha terciado estos días en la polémica para desaconsejar el paso del AVE cerca de la Sagrada Familia: la vibración originada por las obras de construcción de las vías y por el paso de los trenes puede conllevar “cierto riesgo” para el templo. El arquitecto hacía estas declaraciones en Barcelona, en la rueda de prensa previa a la conferencia que impartió en la propia Sagrada Familia.
 
La explicación técnica es la siguiente: el túnel está proyectado cerca de una fachada de gran peso, de manera que existe una posibilidad de hundimiento. ¿Cómo evaluar esa posibilidad? Es muy difícil hacerlo. La Sagrada Familia es un edificio que ya tiene más de cien años y además se ha construido en diferentes fases, de manera que es casi imposible calcular el eventual impacto de la perforación del túnel y del paso de la alta velocidad en todos los puntos del templo.
 
Estas consideraciones de Toyo Ito coinciden con las formuladas desde hace años por diversas instituciones: el Colegio Oficial de Geólogos de Catalunya, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Comité Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios y, por supuesto, la propia dirección de obras de la Sagrada Familia.
 
Ahora las preguntas son tres:
 
¿Cómo es posible que nadie haya hecho caso de los informes, todos contrarios al proyecto, del Colegio Oficial de Geólogos de Catalunya, de los ingenieros industriales Rafael Casals y Santiago Cardenal, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, del Comité Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, de la dirección de obras de la Sagrada Familia…?
 
¿Cuáles son los peligros que correría el conjunto de la estructura de la Sagrada Familia si la obra se lleva finalmente a cabo?
 
¿Es posible, técnicamente hablando, rectificar la situación?

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