La geografía es maestra de historia.
Leonel Ismay, primer secretario general de la OTAN la definió como una organización para mantener a los norteamericanos adentro los rusos afuera y a los alemanes abajo.
Desde la época del Mercado Común Europeo de 1958, la integración europea se expandió y evolucionó hacia lo que ahora se llama Comunidad Europea, una entidad a la que se intentó dar una constitución orgánica que el electorado rechazó en los dos únicos referéndums que se celebraron.
Se abandonó la idea de una Comunidad regida por normas democráticas donde los electores deciden. Esa idea no agradaba en Washington, porque controlar una democracia es algo aleatorio por eso y para asegurar el control y convertirla en una máscara política de la OTAN, se ideó una maniobra de muy dudosa legitimidad para someter a todos los europeos la dictadura de una comisión controlada por las élite plutocrática internacional, alejada de toda veleidad de representación popular que como la OTAN reciba sus órdenes directamente de Washington que, periclitado Londres es ahora el legítimo representante de los intereses de la Plutocracia internacional.
Fue así como la idea de una constitución con instituciones representativas se le suplantó con la Carta de Lisboa (1994) que desplaza la idea de una representación de las naciones europeas que manifestasen sus intereses nacionales para formar una voluntad europea y se le suplantó con la Comisión Europea que no es más que la máscara política de la OTAN; cuya función básica es mantener a Alemania alejada de Rusia. Washington quiere que la Comisión gobierne a Europa con el mismo objetivo de la OTAN: alejar a Europa de Rusia para impedir el desarrollo de una entidad basada en la realidad geográfica: Eurasia como la más poderosa comunidad cuya unidad cultural y económica es complementaria.
La Comisión Europea gobierna dictatorialmente a sus miembros como vasallos donde las decisiones de sus instituciones representativas son ignoradas y sometidas a las decisiones de una Comisión Europea que nadie ha elegido y cuyas normas provienen de burócratas impregnados de conformismo atlantista.
Las decisiones de esa dictadura burocrática arrolla las decisiones políticas de gobiernos que obedecen la voz de sus instituciones representativas. El objetivo de esa dictadura desde Bruselas tiene parecido a como Ismay describió el objetivo de la OTAN: Los norteamericanos arriba, los rusos afuera y los europeos abajo.
El gesto más reciente de la arrogante prepotencia de la Comisión Europea lo interpretó Úrsula von der Leyen, Presidente de la UE. La Úrsula amenazó a los electores italianos con represalias económicas si votaban por la derecha en las recientes elecciones generales (25 /09 /2022). Úrsula no quiere que se repetan los casos de Polonia y sobre todo el de Hungría, donde las victorias electorales de Fidesz han hecho que la Comisión Europea califique a Hungría de ser una Autocracia Electoral a la que debe castigar negándose a pagarle 7 millardos que le debe.
La actitud despótica de la Úrsula von der Leyen, muestra con nitidez la hipocresía de los cacareados valores europeos y el modo como la Comisión sacrifica la economía y el nivel de vida de Europa a los interés de la OTAN que no es distinto al de las empresas vendedoras de gas licuado norteamericano. Las sanciones de la Comisión tenían como objetivo manifiesto interrumpir la reacción de Rusia al golpe de estado dado en Kiev dado por Estados Unidos con la complicidad de la Comisión en Kiev, en 2014. La intención de aquel golpe era añadir Ucrania a la lista de colonias del Imperio de la Plutocracia norteamericana en Europa.
Europa es una obra maestra del dominio estadounidense que no puede dejarse accesible a 'otros' ni debe tener autonomía estratégica.
Para ello, EE. UU. ha presionado constantemente a Alemania que se atrevió a desafiar a EE. UU. con varios acuerdos (no solo en el sector energético) con Rusia y acuerdos comerciales con China. Ahora castiga la economía alemana con un acto terrorista al volar con 3 explosiones los gasoductos submarinos germano rusos que proveen a Europa de gas ruso seguro y barato. El objetivo de este acto terrorista contra infraestructura civil está claro: dejar a Europa sin otra opción energética que comprar el gas licuado que Estados Unidos exporta por vía marítima a un precio mucho mayor que el precio del gas ruso. Este sabotaje quiere anticiparse a cualquier arreglo próximo entre Rusia y Ucrania como consecuencia de una suspensión de la operación militar rusa en Ucrania después de haber puesto a salvo la población rusa del Donbas de Kerson y Zaporiya.
Los planes para desestabilizar a Alemania y a Europa comenzaron en 2004-2008 y fueron más lejos desde 2014. La idea es usar a Ucrania como un caballo de Troya pare someter y acabar cualquier veleidad autonómica de los europeos.
En el Este de Europa ya se percibe a Bruselas como la capital dictatorial desde donde se ordena a Europa la adopción de los vicios culturales y despropósitos que provienen de la izquierda que llaman liberal en Estados Unidos y que en Europa promueve la incoherente izquierda marxista aleada con oligarcas imperialistas de la misma marca que George Soros. Un grupo que quiere borrar en Europa las huellas de la Civilización Greco-Romana
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