Italia: Centro-Derecha al Poder, tras la caída de Draghi

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La sólita gran prensa de los banqueros miente cuando dice que Draghi era bien visto por la mayoría de los italianos. Draghi era el hombre impuesto por USA y Bruselas, desde la crisis de Ucrania y las sanciones decididas contra Rusia que les han explotado en cara a los europeos mi impresión es que, en los países europeos de raíz cultural romana la gente de Bruselas es muy mal vista y que el hombre más admirado por las masas del nacionalismo culto europeo de izquierda o derecha es Vladimir Putin.

 

En Europa el descontento con el establishment atlantista después de los absurdos confinamientos con el pretexto del COVID cuya campaña coercitiva de vacunación promocionada por Bruselas se ha revelado como un fraude. Suecia que desobedeció los confinamientos ordenados por Bruselas tuvo mucho mejor desempeño económico y sanitario que el resto de los gobiernos europeos que obedecieron. El país europeo con los peores resultados contra la epidemia del Coronavirus fue Italia. Draghi apoyó la coercitiva campaña de vacunación que se reveló como un fraude millardario a favor de las compañías farmacéuticas norteamericanas (las vacunas de Rusia, China e India fueron marginadas por Bruselas. Toda aquella promoción de las vacunas mediante el miedo e intimidación; no se diferencia de los métodos de sometimiento de los terroristas; todo ese abuso ilegal para obligar a vacunarse con vacunas que no son vacunas porque no inmunizan pero que son reconocidas como un riesgo mortal. Los confinamientos ordenados por Draghi y por Sánchez arruinaron las pequeñas empresas que venden directamente detrás del mostrador y que en Italia como en España son las que crean más puestos de trabajo. No es necesario mencionar el desastre que esos confinamientos que arruinaron las industrias de los servicios turísticos en ambos países en los que son un motor económico muy importante. Todo ello un sacrificio innecesario porque Suecia lo demostró desde el principio de la epidemia.

 

En fin, la Europa nacionalista debe festejar la caída de Draghi, un representante de ese mundo de fraudes y coerciones que causó tanto daño al bienestar mental de los jóvenes.  La causa específica de la caída de Draghi es su atlantismo; quería gastar millardos de euros en ayuda militar a Ucrania, un dinero que estaría mejor empleado en ayudar los pequeños negocios golpeados por los confinamientos ordenados por sus colegas y socios de Bruselas.

 

La caída de Draghi obliga a anticipar las elecciones en Italia. Las encuestas dan como favorito al Partido Fratelli d’Italia que fue el único partido italiano que no entró en la coalición que sostuvo a Mario Draghi como primer ministro. Ese partido está dirigido por Georgia Meloni que visitó hace poco a Andalucía en apoyo a VOX durante las elecciones autonómicas andaluzas. En las preferencias italianas en segundo lugar está la Liga que dirige Matteo Salvini.  Está claro que el próximo gobierno italiano será un gobierno muy sólido de centro derecha sostenido por Fratelli, la Liga y Forza Italia. Es probable que lleve una política independiente de los dictados de Bruselas.  

 

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