En mis 35 años de vida no había leído algo que hubiese sacudido mis cimientos emocionales como el libro Los esclavos felices de la libertad, de Javier Ruiz Portella. He querido descubir la verdad en la teología cristiana, en los escritos políticos tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda, en los liberales ilustrados, etc, etc. ¡Nada, absolutamente nada he encontrado, salvo tenues destellos, que colmase mi espíritu! Resmas y resmas de hojas inútiles. Hasta que cayó en mis manos su libro arrojando algo de luz a las sombras de la vida, un deseo de ir más allá descargando las alforjas del peso que oprime al espíritu. Una vida - la mía - aburrida, inútil y fea; cobardona y pusilánime bajo el paraguas familiar e immerso en un trabajo gris. Gracias al señor Portella por su libro, por agitar mi conciencia y creer, por unos instantes, que se puede cambiar de vida. Por último, pedirle una lista de obras de pensadores y filosofos imprescindibles que me ayuden a ir más allá dejando de lado mis miedos.
Gonzalo Esteban. Madrid
Los esclavos felices de la libertad
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