EL EX EMBAJADOR ISRAELI EN ESPAÑA

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Me han impresionado, en gran manera, las declaraciones de despedida del que fuera embajador en España por Israel desde el año 2007.

Dice textualmente “el hecho de haber vivido en carne propia parte del odio y del antisemitismo que existe en la sociedad española es algo que me llevo conmigo”.

 

Me causa un gran desasosiego y tristeza que el representante de Israel se lleve esta desagradable opinión de la sociedad española, si pudiese comunicarme con el intentaría transmitirle que yo no comparto en absoluto ese rechazo a lo judío.

 

También quisiera decirle al embajador que no es toda la sociedad española la que tiene ese sentimiento antisemita, es solo una parte, y esa parte son los movimientos de izquierdas de este país. Desde el PSOE hasta la Izquierda más radical ha tomado una postura clara ante el conflicto palestino-Israelí, (mas bien diría el conflicto musulman-israel) y esa postura ante este enfrentamiento, no es el apoyo a la causa palestina y todo lo que a esta rodea, la postura de estos movimientos es contra todo lo judío.

La época durante la que ha sido embajador ha sido desde el año 2007, época marcada por el intento del régimen progresista de hacer cambiar a la sociedad española hacia los principios del régimen, y uno de esos principios era y sigue siendo, (porque estos siguen cobrando de los presupuestos) que lo israelí y lo judío es malo. Se acuerdan de Zapatero con la hatta..., creo que llama asi, como demócratas que dicen serlo, deberían apoyar a la única democracia que existe en Oriente Medio, Israel.

 

Además tengo una historia que quisiera contarle al embajador.

Durante mis años de trabajo en Londres, tenía un amigo, y tengo, que estaba saliendo con una chica Turca, de Estambul, (si hombre la antigua Constantinopla) persona encantadora y de personalísima belleza, mi amigo siempre tuvo mucha suerte con las novias.

Una noche cenando, esta chica, me dijo que su padre y su abuelo podían hablar castellano antiguo, y que además se reunían con otras personas todas las semanas para no perder la costumbre. En seguida y nervioso pregunte si era sefardí y me contesto que sí. En esa misma cena ya organizamos un viaje a Estambul porque yo no quería perderme el lujo de conocer a sefardís y que además mantuviesen la lengua, me parecía alucinante.

Así fue, nos fuimos un grupo de amigos a Estambul y conocí la ciudad de la mano de esta chica y de sus amigos, la mayoría también sefardís, un viaje inolvidable, una preciosidad.

Uno de los días fuimos a conocer a la familia de esta chica, os digo que estaba nervioso, no podía creerme que podría conocer a unos sefardíes y que además hablasen todavía el castellano antiguo. Me presentaron al padre y a la madre, gente encantadora, y se comunicaron con nosotros en castellano antiguo, yo estaba alucinando, es como si estuviese escuchando un romance medieval.

El padre me conto que procedían de Toledo y que tenía amigos de la misma procedencia que todavía guardaban las llaves de sus antiguas casas toledanas. Literalmente se me saltaron las lágrimas. Además tenían una revista publicada en sefardí, de la que traje algunos ejemplares, y una asociación para mantener viva la costumbre.

Como era verano, la casa de estío de nuestra amiga estaba en una isla, en el medio del Bósforo, donde no había circulación rodada y todo desplazamiento en la isla era a base de caballos y carruajes. Esa isla estaba habitada, en su mayor parte, por judíos, y esto era así desde hacía muchos años, porque fue una manera de protegerse de las acometidas que se efectuaban, de vez en cuando, contra los descendientes de Abraham en esa parte del mundo.

 

Señor embajador espero que mis palabras de amistad y respeto le hayan hecho cambiar la opinión sobre la sociedad española y que a partir de ahora diga que ese odio y antisemitismo “es de una parte” de la sociedad española.

 

Por cierto el viaje a Estambul acabo porque nos pillo el tercer mayor terremoto, en víctimas mortales, de la historia, en el momento que estábamos allí, terrorífico. Pero esa es otra batallita a contar.

 

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