BUCAREST, 20.5.2025. Para ElManifiesto.com
«Queridos, la victoria de la luz jamás se decidirá en unas elecciones, sino que surge de los corazones ardientes que no se rinden, de las almas que no se venden y de las conciencias despiertas (…).Rumanía no está perdida, sólo está herida», ha declarado Calin Georgescu, el líder patriota rumano, ante la farsa electoral que por segunda vez en pocos meses le ha robado la victoria al pueblo rumano.
Y ha proseguido:
«Algunos de vosotros estáis llorando, os veo, los siento y escucho vuestras pesadas lágrimas. Llorad, queridos míos, pero no desesperéis. No todas las lágrimas son malas. No se llora por la derrota, sino por amor a la patria y a la gente. Y este amor es nuestro único deber. Vale más que miles de votos falsos o leyes y decisiones impuestas por obediencia, no por justicia»
Tales palabras, en las que suena algo tan raro en política: una emoción auténtica, no impostada, se han oído como un aldabonazo de esperanza en medio de la tensión, hecha de rabia y desamparo, que hierve en las calles y campos de Rumanía.
A ellas les ha seguido el primer rayo de esperanza. Gheorghe Simion, el candidato de AUR (Alianza de todos los rumanos), que el domingo fue derrotado por las artimañanas de Bruselas, París y la oligarquía antipatriota, anunciaba este martes que iba a presentar formalmente, y con toda la documentación necesaria, una demanda ante la Corte Constitucional. En ella pedirá la anulación de lo que, como decía el lunes este periódico, habrá sido la cuarta y quizá no última vuelta electoral.
Pero hay más, y probablemente mucho más importante aún. Hay la entrada en juego de un personaje tan importante como Pavel Durov, el CEO de Telegram, quien ha denunciado en su cuenta de X que «un gobierno occidental se había dirigido a nosotros pidiéndonos que silenciáramos las voces conservadoras en Rumanía antes de las elecciones presidenciales de este domingo. Me negué rotundamente». Y, al lado de la expresión «un gobierno occidental», puso una baguette de pan francés… Pero, no contento con ello, Durov ha anunciado también su intención de viajar a Rumanía para testificar ante la Corte Constitucional que deberá pronunciarse sobre la denuncia presentada por Simion contra las injerencias de países extranjeros como Francia o la vecina Moldavia, amén de todos los muertos inscritos en las las listas electorales y de otros ingredientes incluidos para bien aderezar el puchero.
Permítanme concluir con una pregunta, amigos de España. Viendo la televisión o leyendo los medios del Sistema, ¿se ha enterado alguno de ustedes de tales noticias? Por lo que este corresponsal ha podido ver desde Bucarest, nada se ha publicado, nada se ha dicho. Con la sola excepción, claro está, de La Gaceta; pero éste no es un medio sistémico.