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La voz de alarma la ha dado una encuesta realizada por la revista británica “Madre y Bebé” (Mother and Baby): actualmente, uno de cada tres bebés (el 37% de los niños y el 33% de las niñas). Hace veinticinco años, la cifra era la mitad: el 17%. ¿Qué está pasando?
Usted mira a su bebé durante el baño, envuelto en burbujas, y le ve rebosante de felicidad, pero no se confíe. Las enfermedades de piel amenazan esta estampa feliz. Numerosos expertos lo han puesto de manifiesto: los pequeños que se bañan todos los días sufren el riesgo de padecer dolorosísimas enfermedades de la piel, incluidos los eczemas.
La mencionada encuesta de Mother and Baby cuenta que seis de cada diez bebés toman un baño todos los días y pasan unos quince minutos jugando en el agua, patitos de goma y otros juguetes de nueva generación incluidos. El principal motivo de esta gran cantidad de tiempo bajo el agua es la obsesión de los padres por mantener a sus hijos limpios y libres de gérmenes. Parece ser que se ha olvidado el consejo que limita el número de baños a dos o tres por semana. Las madres encuestadas dijeron que, además del baño, usaban regularmente toallitas húmedas antisépticas para limpiar a sus hijos. El 60% declaró usarlas una o dos veces al día; el 25%, tres o cuatro veces y el 15%, cinco veces o más. Un 15% añadió que utilizaban también, y de forma regular, un paño con jabón líquido para limpiar la cara o las maños de sus niños.
Muriel Simmons, directora ejecutiva de la institución “Alergia” de Gran Bretaña, ha señalado que “algunos niños nacerán con alergias y eczemas, y no podemos hacer nada para remediarlo. El mejor consejo que puedo dar a los padres es que mantengan un ojo abierto y estén pendientes de aquello que desencadena la alergia. Así mantendrán a sus hijos lejos de estos productos y comidas que les pueden causar reacción. Sin embargo, hay otros que podrían evitar el dolor y la irritación si tan sólo dejaran de bañarlos tan a menudo y de utilizar jabones líquidos perfumados. Hoy en día, el número de agentes químicos en jabones y champús es muy alto, y ello no ayuda en absoluto, sobre todo si el niño tiene una piel muy sensible”, añadió la Señora Simmons, quien recomendó bañar a los niños alérgicos con agua filtrada, evitando los jabones y champús.
El doctor Graham Devereux, del departamento de medicina medioambiental y ocupacional, dice que “un poco de suciedad es buena para los niños y ayuda a proteger su sistema inmune”. El doctor Dereveux, que ha investigado la correspondencia entre la dieta alimenticia de los niños y el asma y el eczema, descubrió que las madres que estaban más expuestas a los limpiadores de hogar durante el embarazo tenían más posibilidades de tener un hijo con tendencia a las irritaciones de la piel, como eczemas. “La gente –señala Dereveux- debería tener más cuidado con los jabones y antisépticos cuando se trate de sus hijos. Los niños que nacen en granjas, donde es muy probable que entren en contacto con la suciedad, tienen menos posibilidades de tener alergias que los que están requetelimpios”.
Aparte de esto, la encuesta también arrojó el siguiente resultado: sólo el 36% de los padres se asegura de que sus bebés o niños pequeños lleven crema protectora en verano. “Que sólo un tercio de los padres cuiden de que sus hijos lleven crema que les proteja del sol es muy preocupante”, dice Elena Dalrymple, editora de la revista.
Dermatitis atípica: el eczema
El eczema, conocido también como dermatitis atípica, puede aparecer a los dos meses de edad, aunque en la mayoría de los caso remite a los tres. Sin embargo, puede que reaparezca durante la adolescencia y la edad adulta. Se traduce en manchas rojas o escamosas que pican y aparecen en las áreas más comúnmente afectadas, como la cara, el cuello o el área de la ingle cubierta por el pañal.
Para hidratar una piel que sufre de eczema lo mejor es usar una crema no-perfumada e hipoalergénica. Sin embargo, siempre es mejor prevenir que curar. Y una buena prevención consiste en limitar el número de baños del bebé -porque secan aún más la piel- y disminuir el uso de jabones, utilizando lociones sin jabón. La temperatura del agua también es importante: debe mantenerse tibia.
Uno de los ingredientes de la mayoría de los jabones y productos de baño para bebés y niños pequeños es el Lauril sulfato de sodio (SLS). Parece que éste causa la inflamación de la piel y otro tipo de dolencias de este tipo, como puede ser el eczema. Para darse cuenta de lo agresivo de este agente químico, baste saber que es un poderoso detergente que los garajes usan para limpiar el aceite de motor. Lo que hace cuando se aplica en la piel es eliminar su aceite natural, dejándola áspera y seca.
