Ver y flipar

N.º 4 de nuestra revista: ‘EL EROTISMO’

¿De qué va el erotismo, sino de la vida misma?

De lo que va este nuevo número de nuestra revista es de bucear tratando de acercarnos a ese fondo oscuro —y relampagueante— que es el erotismo.

¡Gocen, amigos, de esta revista!
Y… de lo que en ella se trata.

Éstos son sus artículos:

Carne enamorada: de repudiada a banalizada.
“Es y será siempre misterioso —escribe Javier Ruiz Portella— lo que se juega en ese arrebato propiamente sagrado al que llamamos erotismo.”
Ese inquebrantable núcleo nocturno…
Por Alain de Benoist, el emblemático fundador de la Nueva Derecha francesa, quien escribe: “El verdadero erotismo —salvaje o refinado, bárbaro o lúdico— sigue siendo hoy más que un tabú”.
La próxima revolución sexual. Sin grilletes.
José Javier Esparza nos deleita con una aguda reflexión sobre lo que puede y debe ser una auténtica revolución sexual. Entre otras cosas, escribe: “Para unas generaciones crecidas en la represión sistemática de la sexualidad, la actual ‘liberación sexual’ representa un evidente respiro”.
El sexo desplegado o la carne caída.
“Por todas partes cuerpos y más cuerpos: ofrecidos, desnudos, expuestos…“, dice Philippe Forget, este nuevo autor que se incorpora a nuestra revista.
Los social-apátridas.
De ellos, de los progres socialdemócratas que reniegan de cualquier patria, nos habla Sertorio. Nos da un buen ejemplo de ellos diciendo: “Uno se hace cruces cuando ve en Dresde manifestaciones de la izquierda extrema festejando el bombardeo aliado contra la ciudad”.
Dejándonos embriagar por Nietzsche.
Si ya es complicado hacer una —brevísima— antología de Nietzsche, aún más complicado resulta elegir uno solo de sus ‘martillazos’. Éste: “¡Cómo puede enseñarse a despreciar los instintos primordiales de la vida! […] ¡Cómo puede enseñarse a concebir la premisa de la vida, la sexualidad, como algo impuro!”.
Metapolítica de Corto Maltés.
Nos honra acoger al cada vez más reconocido Adriano Erriguel, un viejo amigo de EL MANIFIESTO, quien nos habla de Corto Maltés, “ese pirata, ese vagabundo sin patria ni bandera”