Mientras Estados Unidos intenta reconstruir sus tensas relaciones con algunas naciones hispanoamericanas, China incrementa su fuerza al ofrecer grandes cantidades de dinero en medio de la crisis económica.
En las últimas semanas el gigante asiático ha negociado acuerdos y ha otorgado fondos a Venezuela, Argentina, Ecuador y Brasil para diversos proyectos de infraestructura.
China ha negociado acuerdos para un fondo de desarrollo en Venezuela que asciende a 9.600 millones de euros, y ha realizado un préstamo a Ecuador por mil millones de dólares para la construcción de una central hidroeléctrica.
Además ha facilitado a Argentina 8.000 millones de euros en moneda china (80.000 millones de yuan), permitiendo acceder al yuan para ayudar a pagar las importaciones procedentes de ese país asiático, de forma que el yuan se podría utilizar como moneda de reserva. También ha prestado otros 8.000 millones de euros a la compañía de petróleos de Brasil, centrándose los acuerdos con China en recursos naturales, como el petróleo.
Las relaciones comerciales de China con Hispanoamérica se han incrementado de forma rápida durante la última década, logrando el país asiático convertirse en el segundo socio comercial en la región después de Estados Unidos, en momentos en que la administración Obama está comenzando a abordar la desgastada influencia de Washington en el hemisferio.
Mientras tanto China aumenta rápidamente sus préstamos en Iberoamérica, buscando no sólo acceder a largo plazo a productos básicos como la soja y el mineral de hierro, sino intentando también obtener una alternativa para invertir en bonos del Tesoro en Estados Unidos.
Cuando la crisis financiera comenzó a golpear a los mercados internacionales el pasado año, la Reserva Federal estadounidense estableció sus propios acuerdos monetarios con bancos centrales de todo el mundo, asignando unos 24 mil millones de euros a Brasil y a México.
Sin embargo Argentina con un gobierno que infunde desconfianza en medios económicos, y que trató de disipar dudas sobre su capacidad para cumplir sus compromisos internacionales de pago de deudas, quedó fuera de esos acuerdos.
