El más destacado de todos ellos, es John J. “Jack” Sheehan, ex comandante general de la Infantería de Marina y ex comandante en jefe de la OTAN. Según tan destacado marine, “En Irak el fondo del problema es que no sabemos adónde vamos. La administración no nos lo precisa”. El segundo rechazo ha venido del general del Ejército de Tierra Jack Keane, anterior vice responsable del Estado Mayor Conjunto. En enero último, había rehusado la cuota de nuevas tropas que Bush quería enviar como refuerzo.
Idéntica posición de rechazo ha sido la del general de Aviación Joseph W. Ariston, anterior segundo jefe del Estado Mayor Conjunto. En agosto de 2006, había aceptado una misión de ataque de las fuerzas kurdas del PKK, en las fronteras de Irak y de Turquía.
Después de la “huida” de un prestigioso almirante llamado a supervisar la aplicación en Irak de las directrices de la Casa Blanca, todos estos rechazos muestran que el aparato militar se opone a una estrategia de Bush incapaz de precisar sus finalidades.