El Ministerio de Cultura sigue desaparecido

Expolio: el tesoro submarino que encontró Odyssey es español

La Guardia Civil está convencida de que el tesoro submarino hallado por los cazatesoros de Odyssey no procede del Atlántico, sino del Mediterráneo, y que se trata de un barco español. Estaríamos ante un evidente delito de expolio del patrimonio histórico-artístico. Por cierto que en esta crisis el Ministerio de Cultura sigue desaparecido. O, más bien, “aparecido”, como demuestra la imagen de la ministra Calvo, cuyo atuendo en el Passo Honroso de Suero de Quiñones ha dado la vuelta a España gracias a la agencia Efe. Cada cual, a lo suyo, ¿verdad?

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elmanifiesto.com

La investigación de la Guardia Civil sobre el tesoro submarino rescatado por Odyssey arroja resultados tajantes: Odyssey ha mentido sobre el emplazamiento del pecio. No se trataría de algún lugar del Atlántico, como decía la conocida empresa norteamericana de cazatesoros, sino que el verdadero escenario del hallazgo estaría en el Mediterráneo y, más exactamente, en el mar de Alborán, las aguas mediterráneas junto al Estrecho de Gibraltar.

Odyssey, como ya ha informado elmanifiesto.com, dice que ha encontrado bajo el mar, en algún lugar del Atlántico, 17 toneladas de monedas coloniales, en su mayoría de plata –que podrían ser reales españoles de a ocho- y con un valor estimado de 400 millones de euros. El mayor tesoro jamás descubierto, añadían. La empresa estadounidense, en un comunicado poco preciso, aseguraba que el tesoro no está sometido a la soberanía de ningún país. El gobierno español, sin embargo, no piensa lo mismo. 

Las autoridades españolas no ahorran calificativos: la versión de Odyssey es “absolutamente falsa”. ¿Por qué lo sabemos? Porque la Guardia Civil ha registrado los movimientos de los cazatesoros, y éstos “no han abandonado nunca las aguas mediterráneas españolas, entre Estepona y Gibraltar, donde han trabajado en los últimos cinco años”. El diario ABC, que está siguiendo muy de cerca el asunto, añade la opinión de distintos arqueólogos: sacar del agua un hallazgo de este género requiere muchos meses de trabajo; Odyssey no ha podido hacerlo de un día para otro, luego por fuerza tiene que haber sido en el periodo en que trabajaba en Alborán.

¿Cómo pudieron sacar de ahí el tesoro los norteamericanos? Llevándolo discretamente a Gibraltar y, desde el Peñón, en barco hasta su sede de Tampa, en Florida. Un juez de Cádiz ha ordenado recientemente interceptar otros dos barcos de Odyssey atracados en Gibraltar, para practicar investigaciones. Según ha dicho El Mundo, las autoridades españolas sospechan de connivencias de las autoridades británicas con los cazatesoros. 

Medios relacionados con la protección del patrimonio histórico-artístico subrayan la responsabilidad en todo este asunto de la Junta de Andalucía, que ostenta las competencias en la materia: ¿Cómo es posible que una empresa extranjera haya podido trabajar durante tanto tiempo en un pecio verosímilmente español, dentro del área de competencia de la Junta, y nadie haya tomado ninguna medida preventiva?

Otra parte del asunto es la que concierne al Ministerio de Cultura, cuyo papel en esta crisis está siendo realmente decepcionante. Carmen Calvo, la ministra, ha hecho algunas declaraciones de tipo altisonante sobre lo firme que va a ser el Ejecutivo  en la reclamación de nuestros derechos. Todo eso está muy bien, pero no es propiamente el cometido del Ministerio de Cultura. A Cultura lo que hay que exigirle es que sea capaz de liderar un proyecto de Estado para llenar una vieja laguna de nuestra política cultural, a saber, poner en pie un adecuado sistema no sólo de protección, sino, sobre todo, de localización de los yacimientos subacuáticos y de rescate de su contenido allá donde sea posible hacerlo. No es muy difícil, ni más caro que otras cosas: un barco, un buen equipo de arqueólogos, un programa a medio plazo. Eso es lo que tiene que solucionar el Ministerio de Cultura. Para pleitear con Odyssey ya están los abogados.

 

Seguiremos informando.

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