La universidad del hombre-masa

Sobran universidades, sobran estudiantes, sobra de todo (menos dinero)

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—Me he dejado la piel. He hecho lo que he podido, pero voy a suspender. ¿Y sabes qué es lo peor? Que todo está amañado: exámenes antiguos, adjuntos pagados, drogas,… La universidad no es para aprender, son cuatro cursos sobre cómo ir tirando y derrotar al sistema.

—Te ha desilusionado, ¿eh?
 
—En teoría es el último bastión de la educación y un lugar aislado de la sociedad donde te inspiran, no te desaniman. Donde los profesores enseñan y los alumnos aprenden.
 
—¡Sí, y van recogiendo florecillas por el campus!
 
Wert quiere reformar la Universidad. Pues bien:
 
1.- Sobran universitarios. La Selectividad (ahora, Pruebas de Acceso a la Universidad) debería seleccionar, pero no hay selección cuando aprueba el 90%. Eso es lamentable.
 
2.- Y sobran universidades. España tiene 47 millones de habitantes y 76 universidades; una por cada 600.000 habitantes. El gasto público -que se traduce en impuestos- para un título que no vale nada, porque se ha convertido en un trámite casi obligatorio, es excesivo.
 
Lo más trágico es que esta no es la generación más preparada —está plagada de analfabetos—, sino que está sencillamente sobretitulada. Teniendo exceso de titulados universitarios, es normal que aumente el paro y que haya demanda de extranjeros en puestos de baja escala. Porque no es plan de ponerse a vender pescado o de ser camarero en un cátering con una licenciatura.
 
En vez de hacer perder el tiempo a los jóvenes de este maldito corral ibérico con estudios inútiles que sólo sirven para ponérsela dura a unos políticos ansiosos de estadísticas lustrosas, deberían dejarnos en paz y abandonar sus planes de conquista del mundo. Que dejen a la universidad campar a sus anchas, que cada centro busque financiación donde pueda y que desistan de abrir una nueva en cada maldito pueblucho de más de cinco mil habitantes. Si lo hacen, tardaremos unos sesenta años en ver los resultados; si no, seguiremos descendiendo por esta espiral satánica de la decadencia.

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