Caca-culo-pedo-pis

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El video de las Juventudes Socialistas para escenificar las “dos Españas” es una de las piezas más lamentables de la comunicación política española en toda su historia y, probablemente, la más necia de la democracia. Por una sola razón: es profundamente antidemocrático dibujar la sociedad como el espacio de una confrontación entre el bien absoluto, encarnado por uno mismo, y el mal absoluto, encarnado por el enemigo político. Es verdad que el Partido Socialista ya había recurrido a estos ejercicios con anterioridad, pero nunca en un grado de simpleza intelectual tan desolador. Esa lógica radicalmente binaria sólo demuestra la incapacidad de quien la aplica para convivir en un sistema democrático, un sistema donde a todas las fuerzas en presencia habría que presuponerles, cuando menos, el derecho a existir. Ese video demuestra, además, la enorme banalidad en la que ha caído la política española durante esta legislatura: ni una sola idea digna de ser expuesta, estudiada, debatida; simplemente exabrupto y descalificación, tópicos retóricos del peor jaez, caca-culo-pedo-pis, un infantilismo incompatible con una sociedad medianamente culta. Se está haciendo urgente limpiar un poco la atmósfera. Por fortuna, y salvo en las terminales del poder, ese vídeo ha despertado una reprobación casi generalizada. Es un signo de esperanza. Debería ser también un toque de atención. Nunca la inteligencia se cotizó tan bajo en nuestra vida pública. 

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