Confusa estampa

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Amanece en la gran ciudad. Un joven abogado de aspecto pulcro y traje a medida, demora unos minutos su presencia en una reunión crucial para los intereses de otros. La hierba recién segada del parque contiguo le invita a la evasión. Imagina ser un general de otra época, contemplando por última vez el campo de batalla, satisfecho en su derrota por una causa justa. A escasa distancia, un mendigo arenga ardorosamente a un raquítico arbusto. Su pelo alborotado y su barba plomiza hacen que sea la viva imagen del Moisés de Buonarroti. Por un instante, ambos personajes entrecruzan sus miradas. Bálsamo fugaz de una misma cordura. Tormento de dos almas presas en un siglo equivocado.

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