No, es inútil que la busquen: no encontrarán esta noticia en ningún medio del Sistema —¡y, Dios, qué importante es—. No la encontrarán ni en los medios de España ni en los de ningún otro país “occidental” (salvo posiblemente en la Hungría de Orban y otros i-liberales y venturosos países).
Al crecer de noticias, al toparte con esta especie de blockout informativo, uno se dice que los yihadistas que, aliados con Turquía e Israel,[1] se han adueñado del poder deben de estar masacrando a fondo y sin que nadie se entere a a los cristianos de Siria. Y a los musulmanes alahuitas y a otras minorías étnico-religiosas, también.
Sí, es cierto, los están masacrando. Pero los masacrados, lejos de callarse y esconderse, resisten. Heroicamente, valientemente. Con ua valor que sobrecoge el ánimo.
Nos están llegando informaciones (e imágenes) de que por toda Siria, y en particular en las provincias de Latakia, Tartus, Homs, Hama y Damasco se están desarrollando masivas manifestaciones contra los yihadistas islámicos que se dedican a profanar y destruir lugares santos para cristianos y alahuitas, al tiempo que se dedican a perseguirlos y masacrarlo.
Y, ante todo ello, ni una palabra, aquí, entre nosotros, por parte de las autoridades, de los medios, del Partido único PPSOE, de la progresía izquierdista o liberal, de los sempiternos “intelectuales-abajo-firmantes” y de la biempensancia en general. Es lógico: están de su lado.
Lo están hasta que una suerte análoga a la de los pobres sirios acabe —lo tendremos merecido por nuestro apocamiento y cobardía— cayendo sobre nosotros, o sobre nuestros hijos, o sobre nuestros nietos.
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Noticias complementarias llegadas de la región indican, sin mayores precisiones, que el actual gobierno sirio habría expresado su deseo de normalizar relaciones con Tel-Aviv. ↑
Sin medios como El Manifiesto, ¿quién se enteraría de tales cosas?