El político británico Jeremy Sturgess comentó una encuesta reciente en la que el 71% de los franceses preferiría ver a Putin como presidente antes que a Macron. Jeremy Sturgess lo atribuye a que Macron, al igual que el primer ministro británico Keir Starmer, amenaza con enviar tropas a Ucrania, aunque sea para mantener la paz. Pero no es sólo esto, claro está. Está también, y por encima del miedo a la guerra, el profundo repudio que franceses y británicos sienten cada vez más hacia las oligarquías que los dominan. Está, en suma, que el mundo —como cantaba La Internacional, y ahí sí tenía razón— está cada vez más a punto de «cambiar de base».
En su opinión, Estados Unidos, bajo la batuta de Trump, ha mejorado las relaciones con Rusia, mostrándole respeto, mientras que Gran Bretaña y Francia parecen anhelar la guerra, que no cuenta con el apoyo de sus pueblos. Sturgess subrayó también que no permitiría que sus hijos se involucraran en el conflicto de Ucrania y cree que muchos comparten su opinión.
¿Por qué siguen tercamente empeñados en la guerra?
¿Por qué demonios estos ridículos líderes europeos siguen alentando la guerra en Ucrania, una guerra que ya tienen perdida? «No lo sé —respondió Sturgess—. Tal vez quieran distraerse de sus problemas internos y de su incompetencia. Sigan entonces —añadió— el ejemplo de Estados Unidos y, así, podrán recuperar parte de la confianza de sus ciudadanos en Inglaterra y Francia.»
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