Un himnno español es cantado (y muy bien cantado: incluso mejor que aquí) en una reciente celebración del Palio de Siena, esta antiquiísima fiesta popular y ciudadana en la que la que las diversas contrade o barrios de la ciudad compiten dos veces al año (en julio y agosto) haciendo correr a su caballo, montado a pelo por expertos jinetes y a una endiablada velocidad, alrededor de una de las plazas más hermosas del mundo: la Plaza Mayor de Siena.
El pasado de la ciudad está ahí, vivo, presente: revivido por la ancestrales costumbres que se repiten cada año, mientras desfilan, antes de empezar las carreras, oriflamas y estandartes que ondean y hacen revolotear al viento jóvenes y uniformados sienenses que, más por sus semblantes que por sus atavíos de época, parecen directamente salidos de aquellos tiempos de gloria que fueron los del Renacimiento italiano. Y como está todo impregnado de tiempo y de historia, también lo está del sentir comunitario, colectivo, que empapa tanto a la grandiosa arquitectura de la ciudad como a sus ciudadanos que, por miles, se agolpan en la ritual fiesta de cada año.
Antes de llegar a la Plaza, los vecinos de cada contratada procesionan entre himnos y cantos por las calles de la ciudad en una comitiva a cuya cabeza marcha el caballo —el auténtico protaganista de la Fiesta— de cuya habilidad y fuerza dependerá que la victoria caiga o no en manos de la contrada que representa.
Y hete aquí que nos ha llegado un video en el que nos encontramos con unos sienenses de una contrada imposible de identificar, los cuales cantan, con letra adaptada al italiano, un himno viril, esperanzador y guerrero que salta, familiar, a nuestros oídos: ¡nada más ni nada menos que el Cara al Sol!
Véanlo, si no.
Hay por supuesto que estar ahí para verlo y sentirlo de verdad. Pero si no se puede estar, véanse al menos las principales imágenes de una carrera del Palio de Siena: la del 4 de julio de 2024.