24 de febrero de 2025

Director: Javier Ruiz Portella

Por una vez EL MANIFIESTO coincide con EL PAÍS (pero el titular data de las elecciones regionales de 2024...)

¡Gran triunfo en Alemania de la derecha soberanista!

Sí, un gran triunfo. Porque duplicar el porcentaje de votos respecto a las anteriores elecciones, pasar de un 10% a un 20,5% (y obtener 150 escaños), convirtiéndose en la segunda fuerza parlamentaria del país, todo ello constituye un gran triunfo de la AfD, el partido identitario, soberanista, antisistema…. En una palabra, el partido de la derecha radical.

Y ante este avance demoledor, frente al cual toda la oligarquía alemana y “uropea” estaba temblando, volverá a alzarse, ni que decir tiene, el cordón sanitario de siempre. Ya los democristianos de la CDU y los socialdemócratas del SPD (los cuales han sufrido un estrepitoso batacazo, obteniendo un mísero 16,4% de sufragios) están negociando renovar la “Gran coalición” liberalia (la misma que tanto le gustaría efectuar a nuestro PePe). Lo hacen como la cosa más natural del mundo, como si nada importara —así son las triquiñuelas parlamentario-democráticas— la debacle los socialdemócratas. La única cuestión pendiente es saber si el contubernio lo van a poder hacer, solitos, ambos partidos o si van a tener que recabar la participación de Los Verdes (quienes han obtenido un 12% de votos).

 

 

Todos hubiésemos deseado, por supuesto, que la victoria de la AfD no lo fuera por un 20% sino por un 51% (única forma seguramente de vencer el cordón sanitario que levantan los partidos globalistas e impulsores de la invasión migratoria). Téngase sin embargo en cuenta que una victoria por mayoría absoluta no se alcanza de la noche a la mañana, y menos en un país que durante 80 años ha sido víctima de la mayor autodegradación y lavado de cerebro que quepa imaginar. Y considérense también, aunque sólo se trate de una curiosidad, los siguientes datos históricos. En las elecciones de septiembre de 1930, un cierto partido denominado NSDAP (pero del que, contrariamente a lo que pretenden sus enemigos, la AfD no es ninguna réplica) no conseguía obtener siquiera ese 20,5% que los patriotas alemanes han alcanzado este domingo: se quedaba en un 18,25%. Dos años después, aunque con mayoría simple, el NSDAP ganaba las elecciones y accedía al poder.

Sea como sea, lo que está claro es que, a día de hoy, Alemania se encuentra profundamente escindida en dos. Tanto geográfica como socialmente.

 

La división geográfica de Alemania

La expresa con claridad rotunda el siguiente mapa que constituye casi una réplica exacta de la división establecida después de la guerra entre la Alemania del Este y la del Oeste. Figuran en negro, las regiones en las que la CDU es el partido más votado; en azul aquéllas en las que el partido mayoritario es la AfD. Algunos puntos verdes indican la victoria de Los Verdes, y un único punto rojo la de los socialdemócratas.

 

La división social

La expresa esta otra imagen: la del voto obrero en el conjunto de Alemania, donde el partido mayoritario es, en azul, la AfD.

 

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