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En EE. UU. dos homosexuales se ceban con sus hijos (adoptivos, por supuesto)
Los norteamericanos Zachary y William Zulock (¿estarán casados y por eso llevan el mismo apellido?), quienes aparecen tan sonrientes en esta imagen, ya no deben de estarlo tanto. Fueron arrestados el pasado mes de junio y acabaron admitiendo ante un juez de Georgia que habían violado repetidamente a sus hijos adoptivos de 9 y 11 años. También los habían ofrecido a otros pederastas. Ambos han sido condenados a cadena perpetua.
El gobierno de Pedro Sánchez quiere acabar con las cotorras
No con aquellos que en su gobierno hablan más que una cotorra (para no decir nada), sino con los cantarinos pajaritos (incluidas las cotorras argentinas: Myiopsitta monachus), los cuales son considerados una especie de dañina con la que hay que acabar (tanto con la cotorra argentina como con el gorrión común y la cotorra de Kramer).
Para ello, se va a proceder, mediante un presupuesto de 112.861 euros, a esterilizar a los machos por vasectomía, de forma que se evite —es lo mínimo que se le puede pedir a un gobierno animalista— sacrificar a los pajaritos.
¿Quién es hombre?
¿Quién es mujer?
¿Quién va a nacer?
Decididamente, en el mundo deshilachado, desfigurado, del nihilismo woke y de la ideología de género, nada es lo que parece . Así, lo que en esta foto parece ser una una mujer es un hombre transexual, mientras que lo que parece ser un hombre es una mujer trans.
Y lo que está por nacer: una víctima de semejante pareja.
¡No son momias!
¡Haga usted el favor!
¿Qué es lo que usted, amable lector, ve en la siguiente imagen?
¿”Unas momias egipcias”, ha dicho? ¡Por favor! ¿Cómo puede ser tan irrespetuoso? Ya se ve, amigo, que es usted un tanto… facha.
¡No se dice “momia”! En lenguaje inclusivo (llamémoslo así) que acaban de adoptar tanto el British Museum como otros museos de la misma isla, con el fin de no “deshumanizar” a las momias (y tienen bastantes; tanto en los museos como en otras partes) se las llama a partir de ahora “personas momificadas”.
Ahora también contra la Tuna
Lo que le importa al Gobierno no es tanto la Tuna. Con lo que quisiera acabar es con la tradición como tal. Con todas, con la que sea. Por ello, sin duda, Joan Subirats, actual ministro de Universidades, ha declarado que “la Tuna no es una tradición para conservar”, al tiempo que abogaba por que fueran mixtas, con lo cual la mayoría de las canciones de los tunos, precisamos nosotros, deberían desaparecer, adado su manifiesto carácter heteropatriarcal y machista.
