Aquilino Duque, ese gran poeta y escritor, uno de nuestros primeros columnistas literarios, y amigo de esta casa hasta su fallecimiento, plasma en este poema “El Cachorro en el puente” (esto es, el Cristo así denominado en Sevilla), todo el gran entrelazarse la vida y la muerte. Lo hace dando cuenta de que “Así mueren los hombres”, mientras El Cachorro va cruzando, majestuoso y perenne, el puente de Triana, tendido sobre el igual de majestuoso, igual de sagrado Guadalquivir.