1 de junio de 2025

Director: Javier Ruiz Portella

Naturaleza y artificio en las lenguas de Armenia y Cataluña

Armenia

Llega el viajero a Ereván. En el aeropuerto, tres lenguas, armenio, inglés y ruso, en ese orden. En ninguna de ellas está prohibido rotular. En ninguna de ellas está prohibido estudiar. Ninguna de ellas es obligatoria. El armenio occidental está hermanado con el turco, que es el territorio políticamente ocupado. El armenio oriental ocupa el territorio de la República de Armenia. Los armenios, que forman una piña, profesan una extraordinaria admiración por su lengua y lo manifiestan con un símbolo, su alfabeto, del que se sienten altamente orgullosos. Está presente en las calles, en su museo de manuscritos, en los imanes turísticos, en los símbolos de las joyas, en el arte… Lo creó en el año 405 el santo armenio Mesrob Mashtots. Difícil justificar que se apoya en otro conocido. Toma como base, entre otros, un signo en forma de cayado que, colocado hacia la derecha, hacia la izquierda o boca abajo y modificado con otros trazos más cortos sirve para media docena de grafías. Las otras toman una U mayúscula que también se coloca invertida con pequeños trazos o comas que la modifican. Nuestra S mayúscula les sirve para la t. Solo la L y la O son las mismas que en el alfabeto latino.

Prácticamente la totalidad de la población de la República, el 98%, tiene como lengua materna al armenio, si bien el ruso ha arraigado tanto desde que el país fue anexionado por los zares en 1828 que viene siendo la otra lengua materna de los armenios orientales. Hasta 1991, fecha de la independencia, la lengua de la administración fue el ruso. Desde entonces, el rechazo aviva a la población mientras el inglés se instala entre unos y otros sin precipitación, pero sin pausas. Los jóvenes lo hablan con más o menos destreza, los mayores, con mucha menos. Si la tendencia persiste, en las próximas generaciones podría ser la lengua complemento de los armenios, si bien el ruso tardará en desaparecer. El armenio occidental tiene al turco como lengua complemento.

El armenio oriental, el de Ereván, se usa en la educación, la administración y la vida pública. Los rótulos de las instituciones se redactan en armenio. El comercio y los restaurantes también, pero añaden el inglés y a veces, aunque cada vez menos, el ruso. Armenia, Azerbaiyán y Georgia y los países bálticos fueron los que con más celeridad y eficacia aplicaron con rigor el proceso de desrrusificación.

Que el armenio necesita una lengua complemento como tantos otros idiomas asiáticos y europeos es una evidencia. Que el inglés, que avanza imparable por el mundo, puede sustituir al ruso, también. Solo falta añadir que el pueblo armenio es admirable por muchas razones, pero sobre todo por la bondad, inteligencia, abnegación, respeto, prudencia, elegancia, estilo y dignidad. Y todavía los elogios me parecen pocos. Un dato más. Los armenios se identifican con sus orígenes, pero son tan pacifistas como educados. No existe el fanatismo, pero sí un profundo aprecio y respeto por sus tradiciones.

 

Cataluña

Llega el viajero a Barcelona. En el aeropuerto, tres lenguas, catalán, inglés y español, en ese orden. En la tercera está prohibido rotular. La primera es obligatoria. En la tercera está prohibido estudiar. Los catalanohablantes del sur se dividen en acalorados independentistas, que llevan al extremo sus postulados, y españolistas. Son en su totalidad ambilingües, y admiran a la lengua catalana y mayoritariamente la entienden, pero no todos le encuentran sentido utilizarla si pueden hacerlo en español, que también es su lengua nativa. Los catalanohablantes del norte carecen de independentistas y se sirven pacíficamente del francés como lengua complemento.

El símbolo catalanista es la bandera a rayas rojas y amarillas. A veces con una estrella de cinco puntas como la del comunismo cubano. Del alfabeto también se sirvieron en busca de grafías propias que los distanciaran del castellano.

A los exacerbados independentistas les gustaría hacer del catalán su lengua única, y en el caso de que necesiten otra, que ésta sea el inglés. Les encantaría desplazar al español como los armenios al ruso. No saben ni quieren saber que es imposible. El catalán es por naturaleza (y por historia) una lengua parásita, y necesita una lengua parasitada, que de momento sólo puede ser el castellano y no otra porque es la lengua materna mayoritaria y común, propia del 47,5% de la población. El 38,3% tiene dos lenguas maternas, el catalán y el castellano, y ambas son necesarias y manejadas con parecida habilidad, es decir, con destreza ambilingüe. La segunda es imprescindible. ¿Es posible que las nuevas generaciones transmitan a sus hijos el catalán y no el castellano? Ni siquiera un cataclismo violento tipo holocausto o genocidio podría desplazar a los catalanes hispanohablantes que quieren seguir siéndolo, que son amplia mayoría.

Sucede mientras tanto que la lengua más rotulada en Cataluña es la que carece de hablantes monolingües, mientras el español, única común, queda marginado y prohibido en la enseñanza. Lo grave, mientras tanto, es la supresión del derecho de todo ciudadano a estudiar en la lengua que prefiera elegir, como sucede en Armenia y en todos los rincones del mundo.

Los catalanes integristas tienen derecho a manifestar su opinión, pero no a forzar a los jóvenes a estudiar en una lengua que han de dejar relegada en cuanto terminan sus estudios.

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