Este lunes 20 de enero de 2025, día de la toma de posesión del «nuevo» presidente de Estados Unidos, entrará, no cabe duda, en los hitos de la Historia. Las repercusiones de la victoria de Donald Trump son tan considerables que, por una vez, El Mundo se refiere a ello (doloridamente, claro está) titulando con acierto «El fin del mundo tal como lo conocemos».Saludemos dicho fin con este artículo que, aunque centrado en el mundo francés, es perfectamente aplicable al conjunto del mundo occidental… tal como lo conocíamos.
La incomprensión de los periodistas
Donald Trump ha hecho añicos el muro de los medios de comunicación, que es tan inútil como lo fue el Muro Atlántico. Al utilizar nuevos medios de comunicación, los ha sorteado como una vulgar Línea Maginot.
Nuestros periodistas, con la notable excepción de CNews [y en España habría que añadir El Toro-TV y La Gaceta], se han alineado ideológicamente con la prensa de izquierdas estadounidense. No lo vieron venir. Y, sin embargo, podríamos haber esperado una explosión.
Un hombre blanco heterosexual de más de 50 años elegido presidente de EE. UU, que sigue siendo la primera potencia mundial…, ¡he ahí la abominación de las abominaciones!
Incomprensiblemente para nuestro establishment periodístico, ¡votaron por Donald Trump más mujeres, hispanos y negros que en las dos últimas elecciones!
Es cierto, hubo por supuesto un voto del blanco machista y xenófobo. Pero eso no habría sido suficiente. También se necesitaba el voto «masculinista» de los hispanos y los negros.
Una derrota para el wokismo
Hemos asistido a un rechazo del castrador feminismo político. Se trata de una gran derrota para el wokismo.
A muchas mujeres, incluso a las demócratas, no les fascinan los retretes de género ni la posibilidad de que sus hijos cambien de sexo a los 11 años.
La América de Texas se ha impuesto a la América de California. California, además, está en proceso de vaciarse en favor de la reaccionaria Florida. Los estadounidenses prefieren la conquista del Oeste al orgullo gay y Clint Eastwood a Taylor Swift.
¿Qué lecciones para Francia y para Occidente en general?
La satisfacción de ver las caras de nuestros pequeños amos mediáticos es un placer necesario pero no suficiente. ¿Cuáles son las demás lecciones?
Ante todo, algo en lo que pensar: Trump ganó con una estrategia opuesta a la de Marine Le Pen. Lo más parecido a él, sin la vulgaridad, es Eric Zemmour.
Dedicarse a tomar el control del sistema desde dentro asimilándose a él está mostrando sus límites. Dicho esto, la legislación estadounidense no es la misma que la francesa. Si Marine Le Pen hubiera denunciado que los inmigrantes comen perros y gatos, no sólo habría sido demonizada, sino también condenada e inhabilitada. Que es lo que probablemente le ocurrirá, a pesar de sus esfuerzos de normalización.
La libertad de expresión no es la misma en Estados Unidos, y por eso los demócratas quieren limitarla en beneficio de las minorías sexuales y étnicas y de otros grupos estigmatizados. Es la lucha «woke»: silenciar a los demás.
¿Acabará Estados Unidos con el wokismo?
Pero ese objetivo tendrá que esperar. Podemos respirar aliviados mientras esperamos la restitución de la estatua del general Lee. La estatua ecuestre de Lee —obra del escultor francés Antonin Mercié —, inaugurada en 1890 en Richmond, Virginia, fue desprestigiada el 8 de septiembre de 2021 por el movimiento Black Lives Matter, que considera a Lee un símbolo de la esclavitud. La estatua del general Lee se encuentra en la Universidad de Texas, en Austin. Allí no tiene tan mal aspecto.
Es en Texas, un estado conservador, donde se abrirá el próximo septiembre una universidad antiwoke, según nuestros colegas de Europe 1 citados por Le Figaro. El establecimiento pretende ser «apolítico y abierto al debate ». Se espera que un centenar de estudiantes acudan a la Universidad de Austin, apodada UATX, para cursar una licenciatura otorgada por el estado de Texas. Antes que la UATX, otras instituciones ya han puesto en marcha programas abiertamente antiwoke.
En el mismo estado, la Universidad de West Texas A & M de Canyon anunció en 2023 que utilizaría una donación de 20 millones de dólares para abrir un nuevo centro dedicado a la libertad de expresión en su campus. La universidad dijo que quería centrarse en la fe, la familia y el patriotismo. ¡Valgame Dios!, ¿dónde acabará el horror americano?
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