
La revolución que viene (I)
El relato mediático-institucional de nuestros días nos dice que la democracia es una fortaleza asediada, un reducto amenazado por fuerzas oscuras que responden a un
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¡Qué cosas, madre mía! Y pensar que a uno le habían dicho que el fascismo es cosa de burgueses y reaccionarios. Como la avanzadilla extrema

Orden, paz, sacrificio recompensado, un patriotismo elemental y sano, esfuerzo, trabajo, fe… Esas eran sus banderas. De ellos y de millones de españoles como ellos.

El papado, la fuerza que estuvo detrás de las cruzadas, de la gesta de Lepanto y de nuestra Reconquista, no sólo no siente la menor

Quien aquí está presente es un pueblo, no un público. Y lo que aquí se celebra es un rito, no un espectáculo.

.Por un lado, la inautenticidad de un mundo impersonal, gregario, reino del hombre-masa donde perece el hombre-persona. Por otro lado, la angustia que se apodera

Ahora, es decir, después de la vil condena contra Marine Le Pen.

Dos cosas entrelaza Esparza en este artículo. Por un lado, la gran sustitución étnica y civilizacional que nos asesta la invasión migratoria. Por otro, la

No somos nosotros, es ‘El País’ quien, por una vez, le da una inmensa alegría al «facha cabreado» afirmando que «una ola de extrema derecha

Las «élites de Gay Uropa», esa caterva de apátridas a quienes les ha dado ahora por querer defender (militarmente y a riesgo de otra Gran
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