Ya habíamos dado la noticia cuando saltó hace algunas semanas. Emitimos entonces algunas reservas en cuanto a su veracidad; pero ahora no sólo se confirma, sino que se robustece con más explícitos y contundentes datos.
No combatiremos el wokismo explicándoles que están equivocados y que es estúpido, sino ofreciéndoles otra “gran narrativa”, otro relato, otro Bien y otro Mal.
Ya se puede ‘ligar’, ‘coquetear’ y hasta ‘enamorarse’ de uno de avatares informáticos que hablan y reaccionan de forma similar a sus congéneres humanos. Un periodista así lo hizo y cuenta su amorosa aventura.