Respondiendo a las preguntas con coherencia y datos difícilmente rebatibles, el presidente de Rusia ha dado muestras, una vez más, de su gran estatura política.
Si la guerra de Ucrania parece más que perdida para la OTAN, ¿por qué nuestros oligarcas se empeñan en proseguirla? Veamos las razones.
El ultimátum-bravuconada de Biden contra Texas se cayó con la misma facilidad con la que suele caerse el anciano presidente.
Para defender la integridad de su territorio, sometido a la invasión migratoria, Texas se enfrenta abiertamente a Biden y a Washington. Incluso con las armas, llegado el caso.
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Hace ya tiempo que se ha cegado entre nosotros el flujo de informaciones sobre la guerra de Ucrania. Pero hoy, por fin, no les queda más remedio que anunciar que Rusia está venciendo.
Lo que se narra de Alemania también se puede aplicar a esta Europa que padecemos, dividida entre terminales naciones sin soberanía y un “pseudo-supraestado” sin independencia, mero brazo mercantil de la OTAN.
