Defensores de Garzón pretenden querellarse en Buenos Aires
Yo estaba pensando presentar una demanda por genocidio en los tribunales de Nueva York por la bomba de Hiroshima. Si anda bien lo de Buenos Aires supongo que podré hacerlo. O en los tribunales de Laos contra los que bombardearon con napalm las selvas vietnamitas, o contra los que masacraron alemanes rendidos después de finalizada la segunda guerra mundial, o contra las atrocidades del ejército soviético contra las alemanas y alemanes en Berlín, cosa por demás probada. Pero no sé cómo me irá.
La solución al enigma que mantuvo en el anonimato al autor de La vida del Lazarillo de Tormes, de sus fortunas y adversidades da pie a plantear una pregunta: ¿Por qué su autor no puso firma a esta obra excelsa de la literatura española? La hipótesis de la autoría de Diego Hurtado de Mendoza se barajaba desde tiempo inmemorial. El acucioso trabajo de Mercedes Agulló que da solución al enigma con la publicación de A vueltas con el autor del Lazarillo, obliga a plantearse la pregunta esbozada líneas arriba.
Hace ya algunos años, quizás décadas, Manuel Fraga hablaba de "mayoría natural", concepto con el que se refería al sector sociológico de talante normativo y tolerante, aunque conservador, que constituía el grueso de la población española. Con ello pretendía que el centro derecha y la derecha ganasen unas elecciones democráticas. Algo que no sucedió hasta la llegada de Aznar al poder.
¿Ustedes qué piensan?...
Lo feo, lo pequeño, lo intrascendente, lo confuso, lo formalmente extravagante o desordenado destruye las formas, los símbolos, el lenguaje, y eso es lo que invade todos los planos de la actividad del hombre. ¿Alguien comprende por ejemplo el discurso de un político? ¿Alguien ve que se incorpore en las ciudades algún tipo de belleza, o por el contrario se destruye la creada durante siglos?
Moros procedentes de... Austria intentan reconquistar la catedral-mezquita de Córdoba
Como se sabe, el pasado miércoles santo un grupo de "turistas" musulmanes procedentes de Austria intentaron rezar según sus creencias en el interior de la mezquita-catedral de Córdoba, provocando un altercado con las fuerzas de seguridad al desobedecer las indicaciones de éstas y ser, en consecuencia, expulsados del templo católico. Eran 118, aunque sólo un puñado de ellos se mostró violento. Parece ser que la acción estaba planificada de antemano, ya que fueron penetrando en la catedral por diversas entradas en una acción coordinada mediante walkie-talkies.