Guillermo Mas, avezado y fervoroso cinéfilo donde los haya, hace un resumen de lo más destacado del año que concluye. Por una vez nos da buenas noticias.
Un siglo después, la agitación del odio sigue siendo la herramienta central del socialismo –y de los separatismos, por supuesto– para construir su hegemonía política.
La reciente publicación del último Informe PISA ha vuelto a poner bajo el foco de la opinión pública la prolongada crisis del sistema educativo en nuestro país.
No basta oponerse a todo lo que nos oponemos —reflexiona Javier Ruiz Portella en su última entrega para “IDEAS” (La Gaceta)—. Hace falta, además, tener toda una visión del mundo por la que luchar, sentir y vibrar.