SIRIA, LA DESVENTURADA SIRIA

De nuevo Occidente sostiene al terrorismo yihadista. Luego vendrán las plañideras

Lo han vuelto a repetir. Lo que Occidente (léase: EE. UU. e Israel, por lo fundamental) hizo en Libia, en Irak, en Afganistán, lo acaba de reeditar en Siria. En lo inmediato, el terror y la muerte se abatirán sobre las poblaciones locales. Más adelante volverán los atentados en el propio Occidente. Veámoslo más detenidamente.

Compartir en:

Que no te mientan. La narrativa oficial intenta vender el discurso de que unos radicales, fundamentalistas wahabistas del ISIS y Al Qaeda, ahora son los nuevos “rebeldes liberadores” contra la “dictadura” de Al Assad.

Desde hace décadas, Oriente Medio ha sido objetivo de intervención extranjera. Palestina fue ocupada y desmembrada; Líbano sufrió guerras devastadoras; Irak fue invadido y destrozado; Afganistán fue arrasado y entregado a los talibanes. Ahora quieren repetir la fórmula en Siria.

Los grupos como Al Qaeda, ISIS o sus derivados, que se presentan como “rebeldes”, son en realidad fuerzas extremistas impulsadas por ideologías wahabistas. Estas corrientes dogmáticas no surgen de forma espontánea: son financiadas por países como Arabia Saudí y Turquía.

 

 

Estos grupos son utilizados como brazo armado por ciertos intereses occidentales. ¿Por qué? Porque es más conveniente financiar a mercenarios radicales que enviar soldados propios. Esto evita el desgaste político interno en países como Estados Unidos tras sus fracasos en Irak y Afganistán.

No es la primera vez que esto ocurre. En los años 80, EE.UU. financió y armó a los muyahidines en Afganistán para luchar contra la URSS. El resultado: grupos como Al Qaeda, que posteriormente se volvieron contra sus antiguos aliados.

 

Ronald Reagan departiendo en animada charla con talibanes afganos


Si se han abalanzado sobre Siria es porque, bajo el gobierno de Bashar al Assad, se mantenía como un Estado soberano y laico. Era uno de los pocos países en la región (si es que no el único) que protegía activamente a minorías cristianas, chiíes y de otras confesiones frente al extremismo religioso.

 

 

Estos grupos radicales no buscan libertad ni democracia. Su objetivo es imponer regímenes teocráticos alineados con las potencias que los financian. En Siria, esto significará la destrucción de la diversidad religiosa y cultural que existía hasta ahora.

 

 

El mismo Occidente que hoy los arma y apoya a estos grupos “rebeldes”, terminará pagando las consecuencias de estas políticas, como ya ocurrió con Al Qaeda. Los terroristas que hoy son aliados, mañana se convertirán en enemigos. La historia ya lo ha demostrado.

 

℘  ℘

 

El regalo más original de Navidades:
una suscripción a Éléments-El Manifiesto


        

 

O regale un libro:
el último de Javier Ruiz Portella

 

 

Prólogo de HUGHES

Reseña de SERTORIO


Todos los artículos de El Manifiesto se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia.

Compartir en:

¿Te ha gustado el artículo?

Su publicación ha sido posible gracias a la contribución generosa de nuestros lectores. Súmate también a ellos. ¡Une tu voz a El Manifiesto! Tu contribución, por mínima que sea, dará alas a la libertad.

Quiero colaborar