Jaime Martínez Vendrell (1915-1989) era uno de los nombres históricos del Front Nacional de Catalunya (FNC). Esta organización, fundada en París en 1940, quiso presentarse como un ejército frente al “ejército de ocupación” franquista en Cataluña. Aupado en una mezcla de nacionalismo y maxismo-leninismo que recuerda a ETA, sin embargo careció de la solidez organizativa de ésta. Su momento llegó en los años setenta, cuando el FNC, como otras organizaciones del mismo género, encontró una fluida red de apoyos en el exterior. No obstante, su relevancia política fue muy limitada. Parte de las actividades del FNC se confunden con las el llamado Ejército Popular de Cataluña (EPOCA) y el terrorismo marxista-separatista en la Cataluña de la transición. De ese grupo terminaría saliendo el grupo terrorista Terra Lliure.
En 1981, Martínez Vendrell fue juzgado por su implicación en el asesinato del industrial catalán José María Bultó, al que terroristas del EPOCA colocaron una bomba adherida al pecho. Fue el mismo procedimiento empleado en el asesinato del ex alcalde de Barcelona Joaquín Viola y su esposa. A Martínez Vendrell no se le condenó como autor material de esos hechos, sino bajo los supuestos de coautoría por omisión y complicidad por omisión en la preparación de actos terroristas. La pena fue de doce años y un día de reclusión menor. La Audiencia Nacional declaró probado que Martínez Vendrell impartió cursos a jóvenes del FNC sobre balística y armamento, y que en 1977 tuvo conocimiento de que se preparaba un atentado contra el industrial catalán Bultó, instando a los autores a no emprender nada sin consultar al órgano máximo, que residía en Francia, con lo cual Martínez Vendrell “venía a aceptar todas las consecuencias para el caso de que tal ratificación y el hecho se produjeran, sin que, por otra parte, hiciera nada por impedir en lo posible tan trágico desenlace final”, según indicó la sentencia. Más tarde, sobre Martínez Vendrell cayó otra sentencia por imputaciones similares en el asesinato de los esposos Viola. Nunca cumplió las condenas impuestas: huyó a Francia en circunstancias que es difícil entender.
Es a este sujeto al que el Ayuntamiento de Santa Coloma de Cervelló (Barcelona) acordó en pleno dedicar una calle bajo el lema “Patriota catalá”. El gesto motivó hace pocos días que la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Cataluña (ACVOT) presentara una querella ante la Audiencia Nacional por un delito de menosprecio y humillación a las víctimas del terrorismo y sus familiares. La querella fue presentada en nombre de José María Bultó Font, hijo del industrial asesinado, y se dirige contra el alcalde y los miembros del pleno consistorial que votaron a favor de la moción. Los demandantes reclaman que el acuerdo del pleno sea retirado.
El Ayuntamiento de Santa Coloma está gobernado por el llamado “Bloc de Progres”, una lista independiente de izquierdas. Junto a los seis concejales de esta lista, componen el consistorio tres concejales del Partido Socialista, tres de Esquerra Republicana y uno de Convergencia.