Ahora se arrepiente, pero pidió nuevos 11-S

Un militante islamista, condenado por incitación al odio racial (en Londres)

Su imagen dio la vuelta al mundo. Fue durante una manifestación de musulmanes radicales ante la embajada de Dinamarca en Londres. El contexto, las famosas caricaturas de Mahoma. Uno de los manifestantes exhibió una pancarta de contenido inequívoco: "Decapitad a los que insultan al islam". El animoso islamista se llamaba –y se llama- Mizanur Rahman, 24 años, de profesión diseñador de webs. Ahora Mizanur ha sido condenado por los tribunales bajo la acusación de incitar al odio racial. El reo ha prodigado sus gestos de arrepentimiento, para irritación de los islamistas y para contento de la BBC. Así se ha contado la noticia en nuevodigital.com.

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Durante el juicio, Mizanur Rahman dijo que no se reconocía a sí mismo incitando medio histérico a más atentados como los de Madrid, Londres o Nueva York o clamando por la “decapitación” de quienes “insulten al islam”. Intentando sacar ahora tajada de una humildad y un arrepentimiento fuertemente contestados desde los blogs de ‘control de la yihad’ -especialmente irritados en cómo la BBC le estaría haciendo el juego al ‘yihadista’ al apoyar sus supuestas ‘mediodisculpas’-, las proclamas y pancartas de este diseñador de webs de 24 años eran de las más brutales durante una de las manifestaciones que se produjeron en Londres tras la publicación de las caricaturas de Mahoma por varios periódicos europeos. “No creo en lo que estaba diciendo o en sus consecuencias. Me siento casi avergonzado. No tenía sentido lo que decía. No pensé que nadie me tomara en serio”. Rahman ha sido declarado culpable de incitación al odio racial mientras la fiscalía decidía si volverle a juzgar por apelación al asesinato. Mientras, en Europa, continúa la alarma sobre cómo el temor a la violencia musulmana “ha creado un clima de miedo en el que la autocensura se está convirtiendo en algo cada vez más común”.
 
“¿Merece la pena arriesgar la vida por la libertad de expresión? ¿Debería haber leyes que protegieran las sensibilidades? O, como los publicadores de las viñetas danesas han argumentado, ¿puede la provocación ser una efectiva arma política, una forma de afirmación de la lealtad a una sociedad libre?”, se pregunta Associated Press en una información en la que, tras constatar cómo Europa mantiene su duda de “si el islam es compatible con los valores democráticos occidentales”, se van desgranando, una a una, las amenazas, la violencia, las autorrestricciones de la propia libertad de expresión -entre ellas, la automutilación de las fiestas españolas de moros y cristianos- cuando no el asesinato, como el de Theo van Gogh, causados por las “represalias” musulmanas.
 
"Otro 11-S en España"
 
Mizanur Rahman, nacido en el Reino Unido, casado y con un hijo, fue detenido junto a otros tres de los más de trescientos vociferantes manifestantes que se concentraron el pasado 3 de febrero frente a la embajada danesa en Londres durante el momento de mayor tensión en torno a las viñetas de Mahoma. Este joven musulmán era el manifestante que enarbolaba la pancarta con la leyenda “Matad a los que insulten al islam”.
 
Entre otras consignas que coreaban con sus furiosos compañeros de concentración -y que varios blogs se dedicaron a recopilar en toda la brutalidad que mostraban las fotografías- se encontraban eslóganes como “Queremos ver vuestra sangre corriendo por las calles de Bagdad” o “Bombardead con armas nucleares Francia”. En un momento, cogió el micrófono y, en su furibundo discurso, clamó: “Oh Alá, queremos ver otro 11-S en Irak, otro 11-S en Dinamarca, otro 11-S en España, en Francia, por toda Europa” para más tarde desear, en referencia a las tropas británicas en Irak: “Queremos verles regresar a casa en bolsas de plástico”.
 
"Como un discurso de la Speaker´s Corner"
 
En una estrategia de defensa en la que prefirió pasar por estúpido antes que por un incitador a la violencia, Rahman se disculpó diciendo que no era su intención que “alguien fuera dañado o atacado, por no hablar de ser matado”. “La mayor parte (de su discurso) era una oración. Cuando me dieron el micrófono, no sabía qué decir. Dije lo que otra gente había dicho durante la manifestación y lo que estaba escrito en las pancartas”, concluía el ahora modoso ‘soldado de Alá’. El abogado de la defensa comparó las incendiarias proclamas de su defendido con los discursos de la Speaker´s Corner en Hyde Park.
 
Sin embargo, un jurado londinense le ha encontrado culpable de incitación al odio racial aunque no se ha puesto de acuerdo sobre la acusación de llamamiento al asesinato.
 
El parlamentario laborista, Shahid Malik, se ha mostrado "extremadamente satisfecho" por la condena a Rahman y ha añadido: "Espero que (el veredicto) envíe una señal en el sentido de que, aunque somos afortunados de vivir en una sociedad libre, eso no da el derecho a la gente a agitar el odio racial, y que aquellos que lo hagan tendrán que vérselas con los tribunales".
 
(www.nuevodigital.com)

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