La lucha por los valores tradicionales adquiere ahora una dimensión completamente distinta. En la forma, es una lucha por lo antiguo, pero como lo esencial en el postcapitalismo es la alienación de los factores espirituales de producción, la lucha por los valores tradicionales. Los valores son una nueva forma de lucha de clases en la sociedad postcapitalista.
Porque los valores, la educación y la información se convierten en lo más importante. No es casualidad que en las últimas décadas del siglo XX se destruyera la educación en Occidente. Mi hijo fue a un colegio estadounidense, he dado clases en universidades estadounidenses, y no las peores: Yale, la Universidad de Columbia y en Inglaterra, la Universidad de Durham. Hay un cierto grado de destrucción de la educación: nuestra escuela, incluso la actual, no podría ni soñar con el nivel de estupidez que existe en las buenas escuelas públicas de Estados Unidos.
Tienen que romper la educación, tienen que crear una generación de tiktokers para que estén preparados para convertirse en objeto de una nueva explotación. Una parte de esta joven generación de TikTokers que no sabe leer textos largos. Ahora el problema es con los estudiantes: muchos estudiantes, incluso en nuestras universidades de élite, no pueden leer más de 5 o 6 páginas.
Los chinos tienen un buen dicho: «Si no sabes leer textos largos, trabajarás con las manos, no con la cabeza». Por cierto, el mismo FEM publicó hace poco un pequeño memorándum sobre lo que será valioso en el futuro. Registraron dos cosas: en primer lugar, la capacidad de leer textos largos y, en segundo lugar, la capacidad de analizarlos.
Cuando destruyen el sistema educativo, saben lo que hacen. ¿Qué es hoy Oxford, Cambridge, la Sorbona? De hecho, para las clases medias, es el paro en diferido. Volvemos al hecho de que hay que romper la educación para preparar a la gente para ser objeto de un nuevo sistema, «un sistema postcapitalista de explotación».