Almería 01/06/2022
El Sr. Diego Sánchez Ruiz en su Informe China en la OMC “20 años después” publicado en la página de Fundación disenso dice:
"El ingreso en la OMC no ha sido incentivo suficiente para encauzar a China hacia la apertura política y la transparencia comercial. Occidente no ha sido capaz de exportar sus instituciones al opaco y arbitrario modelo chino.
El propósito de la OMC no ha sido nunca ni puede ser encausar a ningún país hacia algún modelo político o ideológico particular.
La OMC es la organización que surge de la Ronda Uruguay del GATT una organización creada para dar al comercio reglas que aseguren una intercompetencia en el comercio y la circulación de las mercancías o servicios contratados.
La OMC es tan ajena a intentar reformas políticas internas que para ser miembro ni siquiera es necesario tener instituciones políticas de gobierno. Baste ser una zona aduanera que es en efecto como figura Taiwán en la OMC, sin categoría de país, sino como una región que usa un mismo arancel.
Por lo que respecta a China hace mucho que dejó de tener un régimen marxista. Desde las reformas de Deng Chao Ping (1980) el país dejo las restricciones a la propiedad privada y permite la libre circulación de personas y bienes; así como la libre empresa. Las reformas realizadas desde la época de Deng y continuadas por los sucesivos gobiernos comunistas hasta XI Jinping hasta el 2020 han sacado a 800 millones de chinos de la pobreza. Algo más que toda la población europea y los han dotado de una calidad de vida que les permite que China sea el mayor mercado consumidor del mundo. En efecto, China es el principal destino de las exportaciones europeas y el principal origen de sus importaciones. China tiene una posición económica con un crecimiento muy estable; durante la crisis financiera del 2008- 2009. Mientras los países occidentales con Estados Unidos a la cabeza caían en recesión China desmejoró el crecimiento del PIB que de un crecimiento continuado por encima del 9% bajó a apenas un 7%. En alguna cosa China parece haber acertado, como comentaba hace poco el Presidente de la Bolsa de Shanghai Jian Feng. En occidente cambian a los presidentes, pero las políticas continúan siendo las mismas. En China manda siempre el mismo partido y se cambia poco de Presidente, pero las políticas cambian y evolucionan según las necesidades y circunstancias. Ese puede ser el secreto para convertirse en la Primera Economía del mundo y la Segunda potencia militar, después de Rusia en modernidad y tecnología útil en su armamento.
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