Entre la globalización y el panvasquismo: de Navarra a "Nafarroa"

El libro "De Navarra a Nafarroa. La otra conquista", de Fernando José Vaquero Oroquieta, nos muestra cómo una sociedad conservadora y tradicional va siendo absorbida paulatinamente por un panvasquismo con aires de modernidad y ruptura con el pasado.

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La visión metapolítica del libro nos introduce en la evolución que, en el antiguo reino, se ha producido desde una sociedad tradicional en sus costumbres, empapada de virtudes católicas, hacia una comunidad humana totalmente disuelta en el mundo globalizado de hoy; tanto para lo bueno como para lo malo. El preciso diagnóstico anterior ‒desde diferentes aspectos sociológicos, políticos y religiosos‒ deriva del análisis de tan profunda transformación que ha reformulado a la sociedad navarra.

Dicha prospección tiene la profundidad de una disección que ayuda a ver, con una visión clara, dos aspectos importantes a tener en cuenta. Por un lado, el circuito evolutivo propio navarro, que conoce el autor muy bien, y que nos plasma ‒a través de la narrativa política‒ la propia idiosincrasia del antiguo reino. Una sociedad plural, desatada como tal en la transición democrática, que viene protagonizando el paulatino deterioro y desaparición de la cultura conservadora y tradicional precedente, en favor de otra absolutamente crítica con la de unos pocos años antes. La irrupción del nacionalismo vasco, siempre minoritario, marginal y con un toque “extranjerizante”, se ha vuelto en substancia irremplazable para la reconstitución de una sociedad navarra con aires de modernidad, futuro, y potentes dosis de ruptura con el pasado.

La recuperación de una identidad navarra a través del filtro de la “vasquidad” sólo se entiende desde el profundo abandono, desde hace décadas, de la lucha cultural por unos gobiernos navarros conservadores que se durmieron en la complacencia de la inercia de una sociedad marcada, en su día, por los valores tradicionales del histórico carlismo sociológico; protagonista de sus escenas decimonónicas más románticas. El relevo natural generacional y la profunda actividad en el ámbito sociocultural llevado desde la izquierda abertzale y financiado por la comunidad vecina y el propio gobierno navarro, en señal de “sana pluralidad democrática”, han demostrado que aquella visión gramsciana de calar en la sociedad a través del control del mundo cultural finalmente ha ido penetrando con escasas resistencias entre las generaciones navarras más jóvenes. De tal modo, la “conquista” cultural vasquista deviene bien retratada, en este ensayo; al que no es ajeno el aviso ‒a gritos de este autor y de otros como él desde hace años‒ del futuro que se avecinaba y que ya es una realidad gracias merced al cuatripartito gobernante.

Por otro lado, este libro no es una obra exclusiva acerca de la realidad social navarra, sino que consigue enlazar de forma natural con la situación global -que se vive en España y en Europa- de cambio de concepción del mundo; donde la profunda secularización de las capas sociales va siendo marcada por un vacío existencial que tiene a ser rellenado por nuevos “valores”. En el aniversario del mayo del 68, aquel cambio de aptitud y de descomposición de la sociedad, por una nueva izquierda que descubría que la piedra angular de la sociedad era la familia, se ve ahora golpeada por un cambio mucho más radical que el producido por la lucha de clases; en el sentido que se provoca una disolución absoluta de conceptos procedentes de la cultura cristiana y clásica, emergiendo una sociedad individualista, relativista y líquida marcada por la importante influencia de las reivindicaciones LGTB y de la ideología de género que, desde su incrustación en el mundo educativo, inicia el cambio total y más radical que ha sufrido la sociedad.

Navarra presenta, pues, una sociedad en cambio profundo, unas élites conservadoras en franca retirada, y un relevo humano; a la vez que confluyen las “nuevas izquierdas”, una socialdemocracia en caída libre; pero, sobre todo, un nacionalismo vasco con sello propio expresamente elaborado para esta tierra.

Tan novedosa síntesis –más que un sincretismo– permite enlazar la “lejanía” de la visión tradicional, propia del PNV, con la novedad radical de los contravalores globalistas; fruto de la voluntad transformadora de la nueva izquierda. Tal síntesis vehicula, operativamente, una identidad vasquista a la que el marketing político nacionalista ha proporcionado un radical enjuiciamiento de quién es vasco y quién no; absorbiendo “lo navarro” como algo propio de lo vasco. El vehículo absorbente –o rupturista según se mire– “vasco”, ha proporcionado el cauce de entrada ‒de todos estos nuevos contravalores operativos antes referidos‒ en la sociedad navarra; circunstancia que le ha capacitado como la principal experiencia sociológica de transformación de esta nueva revolución no siempre silenciosa. 

La sociedad civil navarra continúa generando iniciativas de calado cultural-comunitario.

Navarra, de ser contundente representante del mundo tradicional, ha pasado a ser la vanguardia de experimentación de las expresiones de una sociedad líquida cuyos objetivos, por sus propias características innatas, son imposibles de describir y delimitar en todo su alcance. Sin embargo, esta situación ‒retratada y analizada, en el libro reseñado, al detalle de tan largo proceso de transformación interna, así como en su relación con la revolución global en marcha‒ tampoco muestra un camino ineludible. No en vano, la sociedad civil navarra continúa generando iniciativas de calado cultural-comunitario; desde la perspectiva de unas minorías creativas que el cristianismo siempre ha impulsado y cuya dinámica de “encuentro con el otro” arranca de la primera evangelización de los apóstoles. En este contexto, el autor facilita una visión positiva del momento actual, como una oportunidad de diálogo, de encuentro, y de trasmisión de una realidad social y humana tangible diferente a la líquida. En esta situación, diversas personalidades y asociaciones navarras facilitan una experiencia metapolítica de encuentro de diversas mentalidades y realidades, favoreciendo la convivencia en una sociedad plural, la recepción de nuevos elementos, el respeto, y la supervivencia de una tradición que todavía enmarca hoy ‒habiendo sido determinante‒ la genética cultural de los navarros. 

Una narrativa metapolítica que dibuja el profundo cambio social de nuestra realidad.

Una narrativa metapolítica que dibuja el profundo cambio social de nuestra realidad, a través de una visión propia, local e identitaria, en profunda conexión transversal con otra de alcance más continental y global.

 

De Navarra a Nafarroa. La otra conquista. Fernando José Vaquero Oroquieta.
Prólogo de Jesús Javier Corpas Mauleón.
La Tribuna del País Vasco/Amazon Europa, San Sebastián, 226 páginas, 2019.

 

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