Inventado por un japonés.
"Los tiempos adelantan que es una barbaridad"

Un culo-robot que siente y casi habla

Numerosas son las expresiones que en nuestro feraz y expresivo idioma hispánico aluden a la parte anatómica en la que la espalda pierde su nombre. "Estar algo hecho con el culo", "relacionar el culo con las témporas", "hacérsele a alguien el culo agua", "ir de culo", "estar hasta el culo de algo", etcétera, etcétera. Pues bien, a partir de ahora habrá otra: "tener la expresividad y la comunicación de un culo". Pasen y lean.

Compartir en:

Un joven japonés de 24 años, Nobuhiro Takahashijoven, acaba de inventar el robot SHIRI (palabra que en japonés significa «culo»). El chico es un aventajado estudiante de comunicación electrónica en la Universidad de Tokio y habla de este proyecto universitario como de un nuevo robot capaz de responder a estímulos táctiles.
 
«Quise utilizar el culo para reflejar emociones como el miedo, la alegría o la relajación», declara Takahashi, quien asegura haber creado el robot con forma de culo porque los movimientos de los glúteos son más aparentes y las respuestas reflejadas resultan más sencillas de visualizar y por tanto analizar.
 
Caricias, golpes, azotes...: el robot muestra una reacción distinta según el estímulo. En principio, hubiera resultado mucho más complicado utilizar una cara que un trasero, puesto que las partes son mucho más complejas. Sin embargo el fin es ése: las respuestas en el rostro del humanoide.
 
El robot está compuesto por materiales que se asemejan a la piel humana, está mullido con silicona y dispone de una estructura de músculos artificiales. Se espera —dicen los periódicos— que en un futuro los humanoides puedan desarrollar y aplicar esta tecnología basada en la comunicación no verbal para poder ser más realistas e interaccionar mejor con el ser humano.
 
Lo que no especifican los periódicos es si la susodicha interacción también permitirá que el referido culo pueda servir para que los humanoides (o quizá los meros humanos) lo empleen para determinadas y bien conocidas prácticas antaño calificadas “contra natura”.

Y SI TIENEN MUCHA CURIOSIDAD Y QUIEREN VERLO,
PULSEN AQUÍ

Todos los artículos de El Manifiesto se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia.

Compartir en:

¿Te ha gustado el artículo?

Su publicación ha sido posible gracias a la contribución generosa de nuestros lectores. Súmate también a ellos. ¡Une tu voz a El Manifiesto! Tu contribución, por mínima que sea, dará alas a la libertad.

Quiero colaborar