ARRIBA EL TELÓN ¡ARRIBA LOS CORAZONES!

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Acaba usted de entrar en Elmanifiesto.com: el más peculiar, el más original de todos los periódicos digitales —y no digitales. Basta ver nuestro subtítulo: “Periódico políticamente incorrecto”. Pero periódico política, cultural, periodísticamente muy serio: contando con la colaboración de importantes profesionales del periodismo, no es ésta, desde luego, la aventura de cuatro amigos tan entusiastas como chapuceros.

¿A qué viene eso del “Manifiesto”? ¿De qué se trata? Pulse el lector en el recuadro correspondiente (aquí arriba a la izquierda) y accederá a toda la información relativa a lo que nos da nombre: el Manifiesto contra la muerte del espíritu y la tierra, que con el respaldo de Álvaro Mutis lancé hace cerca de cuatro años. Dicho manifiesto constituye un grito contra el sinsentido de nuestro mundo: ese mundo que, carente de valores, identidad y belleza, sólo aspira a nutrirse y entretenerse mientras aguarda que llegue la hora de la muerte —la de cada uno y, si no lo remediamos, la de todos juntos. El Manifiesto: un grito de desazón y protesta, sí; pero un grito articulado y estructurado; un grito que, traducido a varios idiomas, ya ha sido firmado por cerca de mil quinientas personas, a las que se podrán sumar ahora muchas más.

Todo ese espíritu inconformista, plasmado hasta hoy en nuestra revista bimestral (que proseguirá desde luego su andadura); ese espíritu rebelde pero no nihilista, rompedor pero indagador de nuevos cauces y alternativas; ese espíritu que no se identifica con ninguna de las corrientes ideológicas o políticas hoy imperantes (aún menos con ninguno de sus partidos): tal es el espíritu que irá buceando en nuestras páginas, día a día, en pos de la actualidad.

Una actualidad que será desde luego la de esa España nuestra, hoy en grave peligro de desintegrarse… o quizá, quién sabe, a punto de reaccionar y renacer —ahí, al borde del abismo— frente a sus múltiples demonios. Pero la actualidad que abordaremos no será sólo la de España. Rompiendo con el provincianismo que aqueja tanto a nuestra prensa como a nuestro país, nuestras columnas se abrirán ampliamente a la realidad internacional.

Tampoco estarán dominadas las páginas de Elmanifiesto.com por los tejemanejes e intrigas que tanto conmueven a nuestra clase política y a nuestros medios. Abordaremos, desde luego, la política; pero como no nos gusta ni aburrir ni aburrirnos, relegaremos la politiquería, sus juegos y enredos, al lugar que les corresponde.

Ocuparán en cambio destacado lugar los desmanes que, día a día, sufre ese “espíritu” cuya “muerte” no significa otra cosa que el desvanecimiento del sentido profundo por el cual los hombres y los pueblos vivimos y morimos. La destrucción del arte y la belleza, la descerebración de nuestros jóvenes a manos de un sistema educativo perverso, los múltiples engaños históricos impregnados en nuestro imaginario colectivo, la estupidez mediática y publicitaria, los ataques que sufre el medio ambiente, la pérdida de identidad tanto a nivel colectivo como a escala familiar…He ahí algunas de las principales expresiones de dicha muerte. Su plasmación en la actualidad dará sobrados motivos tanto para la información como para la interrogación.

Pero además de los atropellos y desmanes, acogeremos alborozados todos los signos —grandes o pequeños— de esperanza, de reacción ilusionada que el correr de los días nos vaya deparando. El primero de estos signos ya lo tenemos en nuestras manos: lo constituye hoy mismo el hecho de estar levantando todos juntos, entre ustedes y nosotros, el telón de este periódico inaugurado en la primavera de 2007.

Javier Ruiz Portella
Editor

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