Sucedió en Francia, pero podría pasar aquí

Seis meses de cárcel por manifestarse contra una agresión sexual cometida por un migrante

El Estado quiere aplastar cualquier intento de rebelión contra la acogida impuesta de migrantes.

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Más del 62% de los franceses se oponen a la acogida de migrantes. Pese a ello la oposición a la acogida de migrantes se ve duramente reprimida. Manuel Valls, a la sazón primer ministro, declaró: “Quienes se opongan a la acogida de refugiados encontrarán al Estado frente a ellos”.
 
El pasado mes de noviembre, el gobierno francés ejecutó sus amenazas. Se había producido una agresión sexual por parte de un migrante en Arzon, pequeña ciudad de Bretaña, en oeste de Francia, frente al océano Atlántico, asunto que fue cuidadosamente escondido por los medios de comunicación tradicionales. Sólo un medio de la reinformación, Breizh-Info, informó de ello.
 
Desde que se publicó este artículo el domingo 13 de noviembre, se lanzó a través de las redes sociales un llamamiento a manifestarse el día siguiente ante el ayuntamiento de la pequeña ciudad de Arzon.
 
En dicha manifestación tomaron la palabra dos personas, Nicolas Faures, responsable de una asociación antimigrantes y Ronan Le Fall, dirigente del partido nacionalista bretón Asdav. Después de sus discursos, los patriotas franceses y bretones se dirigieron al centro para migrantes, lanzando consignas contra éstos y los políticos del tipo “¡Jóvenes bretones, abajo la chusma!”, “Ni París ni África, aquí es Bretaña”, “Juventud bretona, contra los izquierdistas”, “Refugiados not welcome”, etc.
 
Al llegar ante el ayuntamiento los manifestantes encendieron fumígenos e intentaron penetrar en el centro para migrantes, fuertemente protegido por la policía. Tras haber recibido varias cargas de gases lacrimógenos, los manifestantes se dispersaron después de haber conseguido liberar a dos de los suyos que habían penetrado en el centro.
 
Se había lanzado un claro mensaje: los franceses no quieren migrantes y no les perdonarán ninguna vulneración de la ley.
 
Entra en acción la justicia política
 
Pese a que dicha manifestación no había ocasionado casi ningún daño (se rompió una puerta y un militante pro migración recibió un puñetazo en el interior del centro), la respuesta del gobierno francés fue rápida y contundente.
 
Cuatro personas fueron detenidas y procesadas.
 
Nicolas Faure y Ronan Le Gall han sido procesados por “organización de una manifestación no autorizada” y corren el riesgo de ser condenados a seis meses de cárcel y a 5.500 euros de multa. También otros manifestantes han sido procesados por haber penetrado en el centro de acogida de migrantes, y uno de ellos por haber golpeado dentro de éste a un militante pro migración. El juicio tendrá lugar el 19 de enero.
 
Pero hay un problema: ni Nicolas Faure ni Ronan Le Fall eran los organizadores de la manifestación. La misma había sido convocada a través de las redes sociales, a la vez que la prestigiosa agencia France Presse también informaba de la misma. Se limitaron, por consiguiente, a seguir un llamamiento.
 
Desgraciadamente las presiones políticas son enormes y el gobierno socialista ha decidido dar un escarmiento a través de estos patriotas. Al mostrarse tan injusta y extraordinariamente duro con ellos, el Estado quiere aplastar cualquier intento de rebelión contra la acogida impuesta de migrantes.

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